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Fallece Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España y representante de los dos millones de musulmanes en el país

El presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, en la mezquita de Estrecho, Madrid. © Salam Plan

Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España, representaba a los dos millones de musulmanes del país. Llevaba hospitalizado varios días sin que nada hiciera temer por su vida. Su papel fue crucial para garantizar los derechos de libertad religiosa de los musulmanes en España. Lo hizo de acuerdo con la Constitución, para cuya redacción fue consultado.

Tatary ha fallecido este lunes, 6 de abril, ha confirmado el secretario de la Comisión Islámica de España, Mohamed Ajana, a Salam Plan. La noticia ha sorprendido a la comunidad musulmana y a sus compañeros más allegados de la CIE. El viernes pasado, el organismo que presidía Riay Tatary, había comunicado que estaba “mejorando día a día” desde que fuera hospitalizado recientemente por coronavirus. Tenía 72 años.

Tatary trabajaba por los intereses de los musulmanes desde su despacho en la Mezquita Central de Madrid, también conocida como la Mezquita de Estrecho y sede a su vez de la Comisión Islámica de España. Allí ejercía de imán, pero también se encargaba de organizar todo lo referente a los dos millones de musulmanes en todo el país, para quienes era el máximo representante ante la Administración.

Fue consultado para la elaboración de la Constitución y uno de los principales artífices del Acuerdo de 1992 con el Estado

Los principales objetivos por los que trabajaba actualmente, junto con los demás miembros de la CIE, eran conseguir que se respetaran en todo el territorio los derechos establecidos para los musulmanes en el Acuerdo de 1992 firmado con el Estado. Aquel año la Administración central firmó tres documentos de caracter jurídico para garantizar la libertad religiosa establecida en la Constitución. Lo hizo con los representantes de las distintas minorías religiosas con «notable arraigo» en España: musulmanes, judíos y evangélicos.

Riay Tatary fue el principal artífice en la defensa de los derechos de los musulmanes, junto a Mansour Escudero, para redactar el Acuerdo de Cooperación con la Comisión Islámica de España. Ya había sido consultado durante la elaboración de la Constitución española, como él mismo relató a Salam Plan en una entrevista. “Los musulmanes formamos parte de la base amplia de la sociedad que está construyendo esta convivencia sana y pacífica en España”, manifestó entonces.

Riay Tatary en su despacho de la mezquita de Estrecho, en Madrid. 2019 © Salam Plan

Así, su trabajo se centraba actualmente en conseguir el acceso a las clases de religión musulmana en los colegios públicos allá donde se cumpliera la cuota mínima de estudiantes establecida por la ley. También reclamaba más cementerios musulmanes, para que los creyentes de la fe islámica pudieran enterrar a sus seres queridos de acuerdo con sus creencias. Otro asunto pendiente para la Comisión Islámica de España, por el que luchaba Tatary, es tener una casilla en la declaración de la renta.

“Trabajamos por la defensa de nuestra norma suprema, la Constitución”, declaró hace un año en medio de una de las campañas electorales de España, en las que Vox señaló a los musulmanes como un problema y en cuyo programa anunció la supresión del derecho a las clases de religión islámica en los colegios públicos. No señaló específicamente a esta formación política, pues no era amigo de entrar en polémicas, y llamó a la “convivencia y la paz”.

En España hay aproximadamente dos millones de musulmanes, según el Observatorio Andalusí. De ellos, el 42% son españoles, como Riay Tatary. En su caso, nació en Siria y se había nacionalizado tiempo después de llegar a España en los años 70 como estudiante de Medicina.

El fallecido presidente de la Comisión Islámica de España a menudo destacaba la defensa de la Constitución como el principio que regía su trabajo. En 1998 recibió la Encomienda al Mérito Civil por su participación en la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia. También era presidente de una de las mayores federaciones de comunidades musulmanas en el país, la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide).

En las décadas de trabajo como representante máximo de los musulmanes de España, también cosechó críticas por su gestión entre los ciudadanos musulmanes, pero todos le respetaban y su fallecimiento ha causado una gran conmoción.

El ‘padre del islam’ en la España actual

“Se fue el ‘padre del islam’ en España, Abu Islam”, ha declarado Mohamed Said Alilech, imam y presidente de la Asociación de Jóvenes Musulmanes de España. Le conoció hace más de 18 años, cuando acudía a la mezquita de Estrecho y Riay Tatary le pidió que enseñara el Corán a sus cuatro hijos y fuera un ejemplo joven para ellos. Reconoce haber sido muy crítico durante un tiempo con lo que Alilech consideró en el pasado una mala gestión o decisiones equivocadas, pero agradece “todo lo que (hizo) por el islam y los musulmanes en esta tierra”.

“Se va un amigo. ¡Que el Altísimo le dé el premio de los justos!”

Manuel Barrios Prieto, sacerdote y exdirector de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal

“Se va un amigo”, ha declarado Manuel Barrios Prieto, sacerdote y director del Secretariado de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española (CEE) hasta fechas recientes. “Mi más dolido pésame a su familia y a la comunidad musulmana. ¡Que el Altísimo le dé el premio de los justos!”. Barrios apoyó la implantación de las clases de religión musulmana en los colegios públicos en las páginas de Salam Plan.

El cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha destacado que Riay Tatary “fue un gran amigo y un hombre de fe que buscó lo que une a los hombres, siempre dispuesto al diálogo interreligioso”.

La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) ha descrito a Tatary como “fiel portador del mensaje de paz del islam” en un comunicado. Le ha definido igualmente como respetuoso, discreto y colaborador”, además de destacar su faceta dialogante.

Desde la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) han valorado que “supo forjar a través de los años lazos de lealtad institucional, de compañerismo y sincera amistad”. Coinciden en subrayar su carácter “tolerante, afable y conciliador”.

Desde Vicepresidencia de Gobierno han lamentado El Gobierno lamenta “profundamente” el fallecimiento del presidente de la Comisión Islámica de España. “Nuestro reconocimiento y homenaje a su figura y a su lucha por la convivencia en España”, han expresado en Twitter.

“Nuestro reconocimiento y homenaje a su figura y a su lucha por la convivencia en España”

— Vicepresidencia de Gobierno

Tatary o Abu Islam, como también era conocido, era “un hombre donde el sosiego y la reflexión estaban siempre presentes”, en palabras de Mohamed Ali, presidente del partido ceutí Caballas, a Salam Plan. Considera que su muerte supone “una pérdida muy importante (no solo para los musulmanes, sino) para el conjunto de la sociedad española”.

“Era un hombre donde el sosiego y la reflexión estaban siempre presentes. Es una pérdida muy importante para el conjunto de la sociedad española”

— Mohamed Ali, presidente de Caballas

“No podemos dejar de recordar su incesante labor a favor del islam en España, que ha realizado durante los últimos 50 años”, ha destacado Isabel Romero, presidente de Junta Islámica e Instituto Halal en un un comunicado. Ha elogiado su labor en el Acuerdo de 1992 y el “establecimiento de estructuras efectivas para favorecer la representación de los musulmanes ante el Estado”. “Más allá de las distintas visiones, hemos aprendido mucho de él”, ha afirmado junto a sus palabras de “enorme tristeza” por el fallecimiento de un hombre que se ganó el respeto de toda la comunidad musulmana en España.

Temirjón Naziri, presidente de la asociación para diálogo interreligioso ‘Arco Forum’ y de Casa Turca, le describe como “una persona cariñosa, bondadosa y muy accesible”, siempre con un gran volumen de trabajo.

Su voz pausada y tenue reflejaba la “tranquilidad y paciencia” que Mohamed Idrissi Alcaraz destaca de él. El imán y vicepresidente de la mezquita Al Hidaya en Sevilla, la mayor mezquita en la capital hispalense señala que “sinceramente, su marcha nos deja un vacío que será difícil de reemplazar”.

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