“Vergonzoso” e “indignante”. Con estos dos adjetivos describe un mensaje que circula de móvil a móvil la teórica garantía para niños musulmanes de recibir clase de su religión en colegios públicos.
El texto se queja de que es una “aberración” que para enseñar la religión católica “todo [sean] problemas cuando no oposición manifiesta” y, sin embargo, “todo [sean] facilidades” para impartir el islam. Lo acompaña un enlace al BOE en el que se publicó en 2016 el currículo de la enseñanza islámica, igual que sucede con la católica y la evangélica. Concluye con una invitación: “Pásalo, pásalo y vuélvelo a pasar cada vez que te llegue”.
El mensaje que afirma que recibir clases de islam en colegios públicos es «todo facilidades». © Salam Plan
Ahora, los hechos en 5 pasos para comprobar la veracidad sobre las supuestas ventajas de quienes desean que sus hijos reciban clase de la religión islámica en su centro educativo:
1. Profesores de religión: 2.901 frente a 45
2.933 profesores impartieron la religión católica en el curso 2017/18, según datos oficiales ofrecidos en una respuesta parlamentaria de octubre del presente año. Son 32 menos que en el curso 2012/13. En el mismo tiempo transcurrido, la cantidad de profesores de religión evangélica e islámica no varió: 67 y 45 respectivamente (excepto un curso en que hubo un profesor más del islam).
No son datos de toda España, sino cifras de aquellos territorios que recaen bajo la competencia del Gobierno central: Andalucía, Aragón, Cantabria, Canarias, Ceuta, Melilla y centros en el extranjero.
En el País Vasco también hay profesores. Y desde este curso, también las comunidades autónomas de Valencia, Navarra, La Rioja y Extremadura han incluido la oferta de religión musulmana en sus centros educativos.
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«Desde Al-lah como creador del mundo, y el Corán como libro sagrado, hasta la igualdad de ambos sexos y el rechazo de cualquier forma de violencia, son algunos de los contenidos que estudian los más de 540 alumnos de Educación Infantil y Primaria matriculados en Religión Islámica en Extremadura», informó Cristina Sánchez, de la agencia EFE, por ejemplo. En esa Comunidad Autónoma, se ha contratado a tres profesoras.
En el caso de la Comunidad Valenciana, el pasado viernes las asociaciones de padres de los colegios de la localidad alicantina de Almoradí fueron a la huelga para protestar contra la implantación de las clases de religión islámica en sus centros, dentro del programa piloto de dicha Comunidad, como recogen los medios locales. Aseguran que no es por la asignatura, sino que les falta espacio. Ha habido entre 70 y 90 peticiones para recibir clase de islam en este municipio.
En Cataluña no hay ningún profesor imparta clases de islam, a pesar de que esa región aglutina al 25% de los musulmanes de España, según los datos expuestos en un foro de expertos sobre la integración que organizó Casa Árabe (organismo del Ministerio de Exteriores español) hace ahora un año.
2. Una minoría de 290.000 alumnos
La diferencia en cantidad de profesores para una y otra religión se debe en parte a que los musulmanes son una minoría. Pero ya suman cerca de 2 millones de ciudadanos, según el Observatorio Andalusí y más del 40% de ellos son españoles. De ellos, alrededor de 290.000 son menores en edad escolar.
3. La Constitución y el Acuerdo de 1992
El mensaje que circula asegurando que “todo [son] facilidades” para impartir islam en centros públicos, adjunta a la vez la publicación en el BOE en el año 2016 del currículo actual de esta asignatura, como si fuera algo nuevo. Lamenta también que en ese texto se garantice esta enseñanza.
Lo cierto es que ya se garantizaba en la Constitución, luego la Ley de Libertad Religiosa de 1980 y finalmente se concretó para la enseñanza islámica hace más de 25 años en la Ley 26/1992.
“Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”, reza el artículo 27.3 de la Carta Magna de 1978.
“Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”
— art. 27.3 de la Constitución Española
El denominado “Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España” de 1992 establece los derechos de los musulmanes españoles y residentes en España. En su artículo 10 se establecen las condiciones para la enseñanza del islam en centros públicos:
“(…) se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria”.
4. Enseñanza reglada del islam
Los profesores de la religión islámica son designados por las comisiones islámicas de cada región con la aprobación de la Comisión Islámica de España, igual que la Conferencia Episcopal elige a los profesores de religión católica. Esas comisiones regionales están oficialmente reconocidas e inscritas de acuerdo con el Real Decreto 142/1981.
La publicación del BOE a la que dirige el mensaje que circula por mensajería instantánea establece el contenido que se imparte en las clases (en este caso de Educación Infantil). Su publicación en el Boletín Oficial del Estado significa que todo lo que se enseña sobre el islam en los centros educativos españoles está aprobado oficialmente, por lo que -al menos en teoría- no hay lugar para el adoctrinamiento en posiciones extremistas.
Esta es una ventaja que han señalado algunos defensores de la enseñanza reglada del islam. Jihan Dahou es una periodista musulmana de Cataluña, donde no se enseña islam en las escuelas. Recientemente, señaló en un artículo en Ver Islam la garantía que supondría bajo su punto de vista la enseñanza reglada, precisamente porque el contenido debe aprobarse por la Administración.
«Si los niños musulmanes reciben la educación religiosa en los colegios públicos, no cabe duda de que esta enseñanza irá de la mano con los valores democráticos europeos»
— Jihan Dahou, periodista
“Si los niños musulmanes de España reciben la educación religiosa en los colegios públicos -decía-, no cabe duda de que esta enseñanza irá de la mano con los valores democráticos europeos, que tendrán un profesor que también hará la función de mentor y que cumplirá con los requisitos necesarios de la titulación y que finalmente aprenderán un islam abierto y tolerante”.
Dahou defendía por ello que es mejor impartir el islam en el colegio que en mezquitas que pueden ser dirigidas por la corriente salafista del islam (ultraconservadora): “Si estos tienen lugar en la mezquita del barrio, corremos un riesgo que fue latente hace poco más de un año tras los atentados del 17-A de Barcelona”.
En este sentido, hay que tener en cuenta que los domicilios privados constituyeron el lugar principal donde los terroristas comenzaron a simpatizar con grupos como Daesh o Al Qaeda (en un 54% de los casos), según el informe del Real Instituto Elcano presentado esta semana en Madrid. El segundo lugar donde adquirieron visiones extremistas violentas fue en lugares de culto (39%). En ningún caso, apareció un centro educativo como ámbito de adoctrinamiento.
5. El gasto en profesores
El Gobierno se gastó 94,3 millones de euros en el total del sueldo de profesores de religión en 2012/13; el gasto aumentó al recuperar las pagas extra que les habían retirado y el curso pasado destinaron 98,3 millones al salario de los docentes, según la respuesta parlamentaria citada.
La abogada madrileña Nessrin E. Bensaid y la activista y analista hispano-egipcia Aurora Ali consideran que es necesario que el Ministerio de Educación “fiscalice” a los profesores de la religión musulmana igual que a los católicos, pues de lo contrario se favorece la educación de los pequeños en su fe en manos de personas cuya formación no está contrastada, como apuntaron ambas en el mencionado foro sobre integración.
«Los textos sagrados del islam, de la religión cristiana y de la judía son textos que hablan de paz»
— Manuel Barrios, Conferencia Episcopal
Para ello, Bensaid pidió también una financiación igualitaria: “Se debería financiar por igual a todas las religiones de forma proporcional, y no se da. Esto conlleva a mezquitas en los suburbios, que los imanes que predican el islam sean radicales… Vulnerando el artículo 16 de la Constitución Española [sobre la financiación], estamos fomentando la radicalización y los actos terroristas”.
Manuel Barrios es sacerdote católico y el responsable para el diálogo interreligioso en la Conferencia Episcopal Española. Hace poco comentaba en Salam Plan que es “muy amigo de muchos musulmanes” y explicó que ambas religiones comparten “muchas creencias”.
Y frente a quienes consideran el islam peligroso, añadió: “Dentro de todas las religiones siempre puede haber una interpretación extremista y fanática de los textos sagrados, pero lo que hay que hacer -y lo decía también un imam que participó [en un encuentro interreligioso reciente en Madrid]- es ir al sentido original de los textos sagrados. Y los textos sagrados del islam, de la religión cristiana y de la judía son textos que hablan de paz. Por ejemplo, en la religión musulmana [se establece] no coaccionar al otro en temas de religión, de respeto a la libertad”. La misma libertad religiosa establecida en la Constitución española.