Ni éstas ni otras minorías religiosas del país tienen la opción de marcar la equis en la declaración del IRPF. Algunas llevan años pidiéndola. Por ahora, reciben subvenciones públicas para proyectos que deben detallar anualmente.
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En España hay cerca de dos millones de ciudadanos musulmanes, entre españoles y familias de trabajadores residentes. En una reciente reunión en el Ministerio de Justicia, el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary, pidió al Ministerio de Justicia que proporcione esta casilla, informa Europa Press. El representante del máximo órgano de representación de los musulmanes reconocido por el Estado expuso esta necesidad a la directora general de Cooperación Jurídica Internacional y de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, Ana Gallego.
Riay Tatary asegura que su solicitud va en consonancia con el Acuerdo de Cooperación que se firmó con los representantes de los musulmanas del país en 1992, que tiene carácter de ley estatal. Aquel mismo año también se firmaron acuerdos equivalentes con las comunidades evangélicas y judías por ser tres religiones con “notorio arraigo” en la sociedad española, como lo prevé la Ley de Libertad Religiosa de 1980. Los acuerdos establecen distintas normas para un trato igualitario a estas confesiones.
La X en la casilla de la declaración de la renta es en realidad una reivindicación histórica de los representantes de distintas confesiones. Ya en el primer Informe Anual sobre la Situación de la Libertad Religiosa en España realizado por el Ministerio de Justicia en 2014, se reconocía que:
“la FEREDE [Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España] como las comunidades islámicas, los Testigos de Jehová, los budistas y los ortodoxos rumanos solicitan que se les aplique el sistema de asignación tributaria previsto para la Iglesia católica por el que los contribuyentes pueden optar por destinar un 0’7% de su IRPF al sostenimiento de la confesión y/o a otros fines de interés social. Destacan que con esa medida, además de resolver los problemas de financiación y contribuir a la igualdad entre las confesiones, se lograría una normalización y mayor visibilidad de la diversidad religiosa en España”.
Carolina Bueno, del servicio jurídico de Ferede, pone el énfasis en esto último en conversación con Salam Plan: “Yo cuando hago mi declaración de la renta, no puedo marcar mi equis; mis amigos católicos, sí. Es un agravio comparativo. [Nuestra petición] es una cuestión de normalización y visibilización de que existen otras realidades; [una cuestión] de derecho ciudadano”.
La federación de los cristianos evangélicos no tiene “ni idea” de cuánto podrían llegar a recaudar gracias a la equis en la casilla de la renta, porque para ellos no se trata tanto de la financiación como de “una cuestión de igualdad y de justicia, fundamentalmente”. Un estudio de la Ferede de hace casi una década estimaba que la población evangélica en España sumaba en torno a 1,2 millones de personas, pero esta cifra puede haber variado sustancialmente.
Bueno recuerda que España no es un estado confesional, por lo que Ferede también aceptaría que no hubiera opción alguna a marcar la equis para que cada uno apoyara financieramente a su confesión. Su reivindicación es “siempre que exista para la Iglesia católica” esa opción.
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De las tres minorías religiosas cuyos derechos están específicamente recogidos en los llamados Acuerdos de 1992, son la Comisión Islámica y la federación evangélica quienes reclaman la equis para su declaración de la renta; no así la Federación de Comunidades Judías de España, que prefiere no pronunciarse sobre este asunto, indican a esta página web.
Actualmente, estas confesiones reciben subvenciones públicas de la Fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia. Se conceden en función de proyectos concretos que deben presentar anualmente, con presupuestos detallados. En 2017 (últimos datos disponibles), la federación evangélica recibió 356.800 euros; la musulmana, 255.000 euros; y la judía, 169.362,83 euros, según datos oficiales. Por otra parte, se concedió otra línea de ayudas a proyectos educativos, culturales y “de integración social” a entidades individuales religiosas por un valor total de 120.000,62 euros.
Tatary ha señalado a Europa Press que esta subvención resulta “insuficiente” para realizar los proyectos de la Comisión Islámica de España. Además, denuncia que el dinero está llegando con un retraso notable, ya que hasta octubre únicamente habían recibido el 15% de la cantidad adjudicada; una cantidad que ascendió al 50% este noviembre.
Por su parte, Bueno resalta a Salam Plan que nada les viene regalado, pues tienen que presentar proyectos detallados al céntimo para obtener la subvención pública para esta parte de la sociedad española. Llevan pidiendo la posibilidad de marcar la equis en la casilla de la renta para apoyar a su confesión desde los años 90 y lamenta que, por el momento, siempre hayan recibido buenas palabras e intenciones que no se han visto materializadas.