fbpx

Las mejores películas para entender lo que significa ser ‘MENA’ recomendadas por expertos

Fotograma de la película '14km', la distancia que separa África de Europa por el Estrecho de Gibraltar.

Las personas que trabajan con y por los niños migrantes que llegan solos a España, personas de la industria audiovisual y la comunicación; y también un adulto que comenzó su migración solo a los 9 años y llegó ocho años después a Barcelona… Todos ellos comparten en Salam Plan sus recomendaciones sobre las mejores películas de ficción para comprender lo que significa ser un menor migrante solo o sin un adulto que lo cuide, los denominados ‘MENA’ (menor extranjero no acompañado).

El viaje de Said, de Coke Riobóo (España, 2006)

Paco Aperados es técnico del Programa de Inmigración de Cáritas Española. Recomienda El viaje de Said, un cortometraje “excelente” de animación con plastilina. Obtuvo el Goya de esa categoría en 2007.

“Más allá de las explicaciones miopes de los ‘efectos llamada’, la historia de Said transmite de manera brillante la esencia de la movilidad humana. Miles de  jóvenes y adultos tienen el mismo corazón y el mismo sueño que el niño Said”, señala Aperados. El viaje de Said refleja cómo el sueño de un niño marroquí sobre una vida ideal en España, se topa de bruces con un mundo lleno de pegas y rechazo.

Desde Cáritas, han utilizado este corto de Coke Riobóo en numerosos talleres de formación y sensibilización, “porque ofrece una mirada del proyecto migratorio desde la realidad de origen y desde el corazón”.

Adú, de Salvador Calvo (España, 2020)

“Es la clásica”, comenta Ousman Umar. Él mismo fue un niño migrante solo, que sobre los 12 años emprendió un camino de supervivencia que duró casi 5 años hasta llegar a Barcelona. Fundó la ONG Nasco Feeding Minds y acaba de publicar la segunda parte de su propia historia: Desde el país de los blancos (Ed. Plaza & Janés). La primera, está en Viaje al País de los Blancos.

Poco importa que Adú, la película de Salvador Calvo, sea de 2020. Umar tiene razón: ya se ha convertido en un clásico. Para esta recopilación de Salam Plan, al menos tres expertos han pensado automáticamente en esta cinta, ganadora de 4 Goya.

Para Irene Quirante, técnica de comunicación de la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes, tampoco hay duda sobre qué película recomendar: Adú.

Narra tres historias que se entrelazarán en torno al pequeño Adú, de 6 años. Él y su hermana mayor, también una menor, huirán de Camerún en un viaje desesperado por alcanzar Europa.

Es un largometraje que “refleja muy bien todo ese tránsito migratorio” de los niños, en opinión de Quirante. Destaca que la historia de Adú, interpretado por Moustapha Oumarou, “es emotiva, pero no solo se queda en la emoción, y retrata una realidad previa a la llegada” a España. Luis Tosar, Álvaro Cervantes y Anna Castillo también forman parte del elenco de esta película escrita por Alejandro Hernández.

14 kilómetros, de Gerardo Olivares (España, 2007)

Desde la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR), Alberto Senante también considera imprescindible Adú. Y añade este otro título: 14 kilómetros. La cinta de Gerardo Olivares obtuvo la Espiga de Oro a la mejor película en la Seminci de 2007. El festival de cine de Valladolid también premió su fotografía y música como las mejores aquel año.

Un año antes, Acnur ya recogía este relato en su blog y señalaba que ayudaría a “comprender mejor por lo que están pasando millones de personas que tienen que dejarlo todo”.

14 kilómetros es la distancia entre África y Europa, la que separa Marruecos de España por el Estrecho de Gibraltar. Pero este largometraje quiere mostrar que el viaje “comienza mucho antes de convertirse en noticia”.

Violeta escapa de un matrimonio concertado con un anciano que abusaba de ella. Buba es un mecánico adolescente que juega bien al fútbol, así que su hermano mayor le anima a probar suerte en Europa. Ella es de Mali, ellos del vecino Níger. Antes de llegar siquiera al Estrecho, los tres tendrán que atravesar el Sáhara, un desierto que se convierte en tumba para muchos migrantes en la vida real, y a ellos también les pasará factura.

El Camino, de Isthar Jasin (Costa Rica- Francia, 2008)

El Camino cuenta la historia de dos hermanos, Saslaya y Darío, que viajan solos desde Nicaragua a Costa Rica en busca de su madre, que emigró hace ya ocho años. “En el camino se encuentran con violencia, los abusos, la soledad, el hambre…”, enumera Ana Muñoz, responsable de comunicación de Misiones Salesianas

Con varios premios internacionales, la película de Ishtar Jasin ayuda a “entender los peligros a los que los menores se enfrentan en sus viajes”, según Muñoz. Y subraya:

“En un momento tan delicado en el que los menores no acompañados están en el debate, es más necesario que nunca entender que lo primero, son niños solos. También entender por qué dejan sus hogares”. 

Capitana Marvel, de Anna Boden y Ryan Fleck (EEUU, 2019)

“Sí, la de la superheroína”, recalca Arancha Ferrero, por si alguien se sorprende de su sugerencia para esta lista de las mejores películas sobre niños migrantes. Y es que esta guionista de publicidad y televisión, que también miembro de la Asociación Musulmana por los Derechos Humanos, dice que está “harta, estomagada, cansada de dramas sobre los pobres niños migrantes”. En su opinión, “estos dramas no son más que otra manera de explotar la experiencia migrante para acomodar nuestro sistema de vida. Es cosificar al migrante para que se convierta en un recurso estético [en el cine]”.

En la película de Capitana Marvel hay unas niñas a las que acoge una familia. Pero para Ferrero la clave está en toda la trama. La describe así: “Es una película que nos enseña cómo un barco va a la deriva por un espacio sideral, con varias familias a bordo de una raza cuyo planeta ha sido destruido, su pueblo diezmado, perseguidos a muerte… Y que cuando se intentan defender, son etiquetados como terroristas”.

La buena mentira, de Philippe Falardeau (EEUU, 2014)

Cuenta la historia de dos chicos sudaneses que huyen de la violencia en su país y acaban acogidos en EEUU. Belén Vicente, jefa de prensa de Unicef España, considera La Buena Mentira una película “muy interesante, por qué cuenta la complicada vida de los chicos en su país natal, cuando la violencia les obligó a tomar las riendas de sus vidas, huyendo hacia Kenia y finalmente llegando a Estados Unidos”.

En Estados Unidos conocerán a una trabajadora social poco experimentada, interpretada por Reese Witherspoon, “que se convertirá en un pilar importante en sus vidas y les ayudará a superar algunos retos y choques culturales”. Vicente destaca además, que la película “tiene algunos toques de humor interesantes”.

A Escondidas, de Mikel Rueda (España, 2014)

“Es una historia de amor entre dos adolescentes, Ibra y Rafa. El primero es un menor marroquí tutelado que corre el riesgo de ser expulsado de España y el segundo es un chico español”, explicó Manuel Sobrino, especialista en comunicación de Save The Children, en la recopilación de Las 10 mejores películas sobre inmigración según 10 expertos publicada anteriormente en Salam Plan.

“Ibra está solo y perdido, no tiene a nadie en España, pero volver a Marruecos no es una opción. Además de huir de la pobreza sabe que allí no podrá vivir en libertad; nunca se atrevería a hablar de su homosexualidad porque sabe cuáles son las consecuencias, aunque, a sus 14 años, todavía está aprendiendo a aceptarse. La soledad marca su día a día hasta que conoce a Rafa, un chico con el que comparte muchos de sus miedos”.

“La película ayuda a entender cuáles son las dificultades que viven los mal llamados ‘MENAs’ [menores extranjeros no acompañados] y visibiliza como a esa situación se añaden muchas otras que complican la vida de un adolescente al ser víctima del racismo, la xenofobia y la homofobia”, señaló el profesional de esta ONG que trabaja por los derechos de la infancia.

>>> Sigue a Salam Plan en Twitter y Facebook. Ayúdanos a difundir periodismo contra el odio<<<

TAMBIÉN PUEDES LEER: