Seyran Ates casi no sobrevive a un atentado en 1984 cuando dirigía una asesoría para mujeres turcas con solo 21 años. Una bala le alcanzó el cuello. En 2006, esta abogada alemana de origen turco sufrió otro ataque a la salida de un juicio y sufrió nuevas amenazas de muerte. Entonces el Estado alemán le puso guardaespaldas. Las amenazas aumentaron cuando fundó una mezquita hace dos años en Berlín.
Es la primera mujer imán en Alemania. Pero, ¿es esto posible? Tradicionalmente, son únicamente hombres los que desempeñan esta labor para dirigir el rezo en el islam, pero hay musulmanes que defienden que también lo puedan hacer mujeres. Existen también otros casos aislados de mujeres imán en países como Dinamarca o Estados Unidos, que en los últimos años se han rebelado contra el statu quo.
Ates subraya que su mezquita está abierta a todos los musulmanes, también al diálogo con otras religiones y ateos. Porque uno de sus objetivos es trabajar por la paz entre distintos credos y formas de ver el mundo. De hecho, recientemente comenzó a recorrer el tramo francés del Camino de Santiago con un grupo heterogéneo de creyentes de distintas religiones y quiere continuar pronto con una experiencia que le parece enriquecedora y natural, pues lo ve como una peregrinación por la convivencia en paz.
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Su mezquita, que encontró su hueco en unas salas vacías y seculares de una parroquia protestante de Berlín, fue objetivo de una fetua (pronunciamiento legal relacionado con el islam) emitida desde Egipto, que la consideró no musulmana. Pero Ates argumenta que su forma de vivir su religión no es algo extraño dentro de la diversa comunidad musulmana. Explicará los detalles en esta entrevista. Aun así, admite que el proyecto que ha comenzado podría derivar en una nueva rama del islam.
Subraya que el islam forma parte de Alemania, asunto que ha generado debate en el país hasta llevar a declaraciones al respecto del ministro del Interior, Horst Seehofer. Ates está en contra del “islam político”, de que se mezclen religión y Estado, y lo encuentra igual de peligroso que los extremistas de derechas e izquierdas.
Recibe a Salam Plan en un ajetreado día en la mezquita Ibn Rushd -Goethe del barrio de Moabit poco antes de las elecciones europeas. A los “partidos establecidos” les pide que se miren al espejo en lugar de limitarse a criticar a los “populistas de derechas” por sus opiniones sobre el islam o la migración.
Su mezquita se define como un proyecto de un “islam progresista e inclusivo”. ¿Qué debemos entender exactamente bajo esto?
El concepto de un “islam adaptado a nuestros tiempos” lo resume, creo, mejor. “Adaptado a nuestros tiempos” en el sentido de que abordamos el Corán y los hadices -es decir, la transmisión de los mensajes y hechos del profeta- de una forma histórico-crítica.
Y esto se ve como progresista y liberal, porque nos relacionamos de una manera más desenfadad con nuestra religión de lo que hacen a lo mejor otras personas, que reglamentan extremadamente su vida y la llevan de forma muy ortodoxa, según lo halal [permitido] y lo haram [no permitido], y que viven con mucho temor y prohibiciones. [Personas] que dejan más bien a un lado el aquí y ahora y se centran demasiado en el más allá, ejerciendo la presión correspondiente sobre la gente sobre lo que tienen que hacer con su vida.
Nosotros no nos metemos en eso. Así entendemos el islam, como una religión que está muy dirigida al individuo, de forma que no haya ninguna institución o persona entre el creyente y Dios. Cada musulmán es responsable de sí mismo y de su vida.
Defendemos la autonomía y la responsabilidad propia, y eso son atributos que se describen como “liberales”. No tengo por qué ser definida como “liberal”, con mucho gusto se me puede llamar también “conservadora”, en algunos aspectos lo soy: me parece bien tener tradiciones y ritos, si nos hacen bien a la convivencia hoy en día. Todo cuanto sirva a lo bueno, a la paz, estoy de su parte.
“Cada musulmán es responsable de sí mismo y de su vida. Defendemos la autonomía y la responsabilidad propia”
¿Qué tradiciones no son buenas, según usted?
La tradición de que hombres y mujeres no puedan rezar juntos no me parece bien. Es una tradición introducida por el patriarcado. En La Meca, por ejemplo, peregrinan mujeres y hombres juntos. Allí caminan juntos alrededor de la Kaaba y rezan juntos también. Allí muchas veces los cuerpos de hombres y mujeres se tocan, porque se está muy estrecho y no hay otra manera y a pesar de ellos no existe esta sexualización extrema.
Me gustaría que los musulmanes consiguieran que toda esta espiritualidad y toda esta naturalidad que experimentan en La Meca, entre los géneros, que también lo vivieran en las mezquitas en todas partes. Eso lo hacemos aquí. No solo nosotros, sino también muchas otras personas en el mundo.
Tampoco aceptamos la tradición de llevar velo por obligación, ni aceptamos que las personas no puedan ser homosexuales o transgénero.
Por una parte, hay musulmanes en Europa que piensan como usted. Pero también hay otros que piensan lo contrario e incluso se encuentra bajo protección policial por ello.
Exacto. Habría que hacérselo mirar, lo triste que es eso. Tengo protección, porque aquí hay hombres y mujeres que rezan juntos, porque argumento en contra de llevar el velo como obligación religiosa en puestos de trabajo públicos. Nos atacan, porque hemos logrado un lugar en el que una mujer llama al rezo, donde una mujer dirige el rezo ante un grupo mixto y predica. Lo hacemos alternando, a veces es un hombre, a veces una mujer (…). Y por ello nos amenazan de muerte. Y también por el diálogo interreligioso que dirijo aquí, con el que buscamos la paz entre religiones. Sí que es absurdo.
Amenazas de muerte.
Amenazas de muerte, súper habitual, por abogar por la paz entre las religiones.
“La tradición de que hombres y mujeres no puedan rezar juntos no me parece bien. Es una tradición introducida por el patriarcado. En La Meca, por ejemplo, peregrinan mujeres y hombres juntos”.
¿Esperaba que fuera a llegar tan lejos?
En parte sí. Llevo bajo protección personal desde 2006. Con 21 años experimenté que hay hombres dispuestos a matar a una mujer, disparar a personas, dispararme -quedé herida gravemente- solo porque defendíamos el derecho de la mujer.
Es decir, sabía que hay radicales, musulmanes nacionalistas y extremistas religiosos, que no están de acuerdo con que ambos sexos tengan los mismos derechos. Sabía que hay extremistas, que tienen un problema con la homosexualidad y sabía que hay musulmanes que no aceptan que una mezquita esté en el edificio de una iglesia o que se base en el diálogo interreligioso.
Lo que no me imaginaba era que incluso un país como Turquía, Egipto o Irán, cada uno de estos países a través de sus respectivos canales- que efectivamente fueran a emitir comunicados de prensa para difamar a nuestra pequeña mezquita. Eso sí que fue en paso más allá y al final me confirmó que tengo razón. Países enteros se interesan por la mezquita.
Mírela, está usted aquí, en un cuarto de unos 100 metros cuadrados: un cuarto claro y tranquilo, en el que hombres y mujeres se juntan, ¡en el que se juntan personas! Creyentes y no creyentes. Aquí vienen ateos y agnósticos, porque se interesan por el proyecto de paz. Es un proyecto de paz. Vienen judíos, cristianos, con los que organizamos bonitos eventos y (…) cada viernes tiene lugar un círculo de diálogo aquí, de forma natural. Cada viernes, a las 2, puede venir todo el que quiera.
¿Cómo surgió fundar aquí la mezquita, en el edificio de una parroquia protestante?
Fue por una feliz coincidencia. Di una charla sobre mi idea durante una convención de párrocos y al final de cada charla que daba en aquella época, decía: “Si saben de alguna sala, avísenme. Busco una sala pequeña, que pueda financiar yo sola”. Y enseguida hubo varios párrocos dispuestos a ayudarme y me hicieron varios ofrecimientos. Esta sala fue la más bonita.
Lamentablemente no está libre de barreras arquitectónicas, estamos en un tercer piso, pero ahora tenemos otro edificio a la vista en el mismo barrio al que podemos ir y que resulta adecuado. Nos alegramos mucho.
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Antes mencionó Egipto, Turquía e Irán. Cuando fundó la mezquita, se emitió una fetua desde Egipto que la declaró no musulmana. La autoridad que emitió la fetua está ligada a la universidad de Al Azhar, y el gran imán de allí firmó hace solo unos meses un documento sobre la “fraternidad humana” junto al Papa, un documento por el que llamaban al diálogo. Pero en este caso parece que no se ha dado en absoluto.
Me parece una persona muy mentirosa y mala.
¿Por qué?
Porque no es sincero, porque no desea ninguna ilustración y ninguna paz en el mundo islámico. Porque si lo deseara, no nos haría tanto mal a gente como nosotros.
No lo acepto como autoridad. Esta fetua llevó a que muchas personas se sumaran a él en redes sociales y nos enviaran amenazas. Si fuera un imán de buen corazón, una persona fuertemente creyente, entonces procuraría expandir luz y amor; lo que él expande es odio y oscuridad.
Y si entonces va al Papa y busca una alianza así o proclama algo así, entonces para mí es una mentira (…). Y de todas formas sigo oyendo solo “fraternidad“ [el concepto en alemán emplea una palabra referente a hermanos varones]. Veo a dos hombres, que se alían en la ortodoxia, pero no en la paz mundial que yo me imagino.
“La historia de la fundación del islam fue mucho más liberal, abierta y progresiva que la que viven hoy en día los ortodoxos”
Usted está a favor de una reforma del islam y su mezquita se encuentra en este edificio. Recuerda a la reforma que comenzó Martín Lutero con la Iglesia católica y acabó desembocando en una nueva rama del cristianismo. ¿Cree que esto puede acabar de forma similar?
Es verdad que en parte se puede ver desde ese punto de vista y a lo mejor también pasará así, si bien al ahondar en lo teológico en lo que se refiere a la igualdad entre sexos, aplicamos lo que sucedía al inicio del islam.
La historia de la fundación del islam fue mucho más liberal, abierta y progresiva que la que viven hoy en día los ortodoxos (…). Y como fomentamos, sobre todo, la igualdad entre hombre y mujer, nos sentimos muy cercanos a Martín Lutero, a los protestantes, y también a los judíos liberales.
¿El Corán en alemán o en árabe?
En alemán. Ahora estoy estudiando ciencias del islam e intento aprender árabe.
Damos clases de árabe y apostamos por que cada uno pueda leer el texto en árabe e intentamos trabajarlo todo lo bien que podemos con muchas traducciones [existentes], para que acercarnos al original (…). Fomentamos y deseamos que las personas salgan de su dependencia y darles la oportunidad de entender en qué creen.
En la Conferencia Alemana sobre el Islam de este año, el ministro del Interior Horst Seehofer afirmó que “los musulmanes forman parte de Alemania”, al contrario de lo que él mismo había declarado en un periódico unos meses antes. ¿Se siente usted aceptada en Alemania?
Sí, totalmente. Tengo la nacionalidad alemana. Tengo dos hogares: Turquía [de donde llegué de pequeña] y Alemania y poseo una identidad transcultural. Es este país, Alemania, el que me ha puesto protección personal a mi disposición. Es este país, Alemania, el que no me pone problemas para que abra una mezquita así.
En este sentido, estoy orgullosa y feliz de estar en Alemania y que el Estado de derecho funcione, todavía, y que la democracia funcione, y [estoy orgullosa y feliz] de ser europea. Por eso me siento muy a gusto, todavía, aquí y lucho contra todas las personas que intentan destruir este proyecto de paz que es Europa. Da igual que sean de izquierdas, de derechas o islamistas.
“Lucho contra todas las personas que intentan destruir este proyecto de paz que es Europa. Da igual que sean de izquierdas, de derechas o islamistas”.
¿Qué le gustaría responder a opiniones de Alternativa para Alemania como “El islam no forma parte de Alemania”, o “Paremos la islamización” o “Colegios libres de islam”?
Tenemos que parar el extremismo, da igual si viene de la izquierda, de la derecha o del islam político, y Alternativa para Alemania entra en esto. La AfD [siglas en alemán del partido] es una gran decepción para muchos votantes, también para sus militantes. Se pensó realmente que intentarían llevar el tema de la migración de una forma razonable, pero se ha convertido en el hogar de radicales de derechas y las personas que están al frente de este partido no despiertan precisamente simpatías allí.
Desprecian mucho a las personas y transmiten contenidos, que a lo mejor incluso podrían ser discutibles políticamente, de una forma inaceptable. Y el tema de la migración y del islam, al final, por desgracia, lo han llevado tan lejos, que solo lo utilizan como tema electoral, muy populista y con desprecio por las personas. No se hacen ningún favor, simplemente les llamarán de derechas y nazis.
“Por supuesto que un islam conservador también forma parte de Alemania. No decimos en ningún caso que lo queramos abolir. El islam político no forma parte de Alemania. No está bien que Catar, Turquía o los Hermanos Musulmanes lleven a cabo una ofensiva formativa aquí”
¿Para usted forma parte de Alemania también el islam conservador?
Por supuesto que un islam conservador también forma parte de Alemania. No decimos en ningún caso que lo queramos abolir, sino que solo queremos ser vistos como una parte del islam en todo el mundo. El islam es extremadamente plural, mucho más plural -a lo mejor- que la iglesia cristiana, porque tienen esa institucionalización; y nosotros tenemos desde Marruecos hasta Indonesia numerosísimas formas en las que se practica y vive el islam.
El islam político no forma parte de Alemania. No está bien que Catar, Turquía o los Hermanos Musulmanes lleven a cabo una ofensiva formativa aquí y que expandan y enseñen un islam dependiente.
¿Entonces está de acuerdo con unos “colegios libres de islam”, por ejemplo?
Estoy a favor de colegios en los que religión y ética se impartan conjuntamente, donde nuestros hijos e hijas puedan aprender todas las opciones religiosas y formas de ver el mundo quizá bajo el título de “Humanismo”.
Eso ya sucede en parte, dependiendo de en qué curso estén.
No pasa de forma consecuente y no en cada land [de Alemania]. Lo tenemos en Berlín, y me gustaría que hubiera una orientación más clara. Estoy a favor de que las personas se formen de manera que a los 18 años puedan tomar una decisión libremente sobre en qué Dios creer o si es que quieren creer en alguno.
“Los partidos establecidos deben dejar de centrarse en los populismos de derechas y señalarlos solo a ellos. Que se miren al espejo, a ver todo lo que han hecho mal”
Islam y migración son dos temas que en Europa se abordan de forma conjunta -se trate de musulmanes alemanes, por ejemplo, o de extranjeros- y son asuntos que preocupan a muchos votantes.
Echando la vista atrás y también ahora, lo único que puedo decir a los partidos establecidos es que deben dejar de centrarse en los populismos de derechas y señalarlos solo a ellos, diciendo que ellos son quienes destruyen nuestra Europa. Que se miren al espejo y se toquen la nariz, a ver todo lo que han hecho mal en los últimos 20, 30 años, que seguimos teniendo esta discusión sobre migración e islam. Ellos son para mí los principales responsables.
Los partidos establecidos simplemente miraron a otro lado y lo ignoraron, y pensaron que eran tolerantes mientras que en realidad eran ignorantes. El islam debería haber experimentado hace ya mucho tiempo otro paso en la integración y aceptación en Alemania, si se hubieran ocupado de ello como es debido y no se lo hubieran puesto en bandeja a los radicales. Todas las asociaciones extremadamente conservadoras y ortodoxas han llevado a crear una imagen del islam que muchos europeos rechazan. Y nosotros como liberales, tenemos que luchar precisamente contra eso. No éramos visibles, la política establecida ni siquiera nos veía.
“Los musulmanes liberales tienen miedo de mostrar su forma de ver el islam y de contarla. Prefieren mantenerlo en secreto”
¿Cree que su visión del islam es la de una minoría o la de una mayoría en Europa?
Seguro que no es en ningún caso la de una minoría. Las asociaciones existentes en la actualidad, teóricamente grandes, representan máximo a un 15% de los musulmanes, por ejemplo en Alemania, o en Europa. Todos los demás tienen miedo.
Los musulmanes liberales tienen miedo de mostrar su forma de [ver el] islam y de contarla. Prefieren mantenerlo en secreto.