Seyran Ates casi no sobrevive a un atentado en 1984 cuando dirigía una asesoría para mujeres turcas con solo 21 años. Una bala le alcanzó el cuello. En 2006, esta abogada alemana de origen turco sufrió otro ataque a la salida de un juicio y sufrió nuevas amenazas de muerte. Entonces el Estado alemán le puso guardaespaldas. Las amenazas aumentaron cuando fundó una mezquita hace dos años en Berlín.