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José Naranjo, corresponsal en África subsahariana: “Entras y te das cuenta de su diversidad y riqueza espectacular”

José Naranjo, con pescadores en Saint Louis, Senegal. © Alfredo Cáliz

José Naranjo lleva una década informando desde países del África subsahariana. Establecido en Senegal, ha recorrido Mali, Mauritania, Nigeria y un sinfín de países. Trabaja con El País, La Provincia, la revista Mundo Negro y la cadena SER. Su trabajo ha sido reconocido con varios premios y es miembro del Consejo Asesor de Casa África.

Como periodista canario, constató hace diez años que los medios podían informar más y mejor desde un África subsahariana diversa y rica que tendemos a meter en el mismo saco. En esta nueva entrevista de la serie del #PrismaDelCorresponsal, Naranjo cuenta que Senegal es la puerta ideal “para quien comienza en África”, porque tiene de todo. Nos adentra en la música e Historia de Mali, “cuna de los grandes imperios”, un país que le tiene “enamorado” y recomienda lo mejor de la zona tropical de Senegal y su “vegetación exuberante”.

El #PrismaDelCorresponsal nos acerca a los aspectos menos conocidos de países de mayoría islámica, lo que la vorágine de las noticias diarias relegan a un plano casi invisible. La población de Senegal es de unos 16 millones de habitantes, con una edad media de 19 años. Su Constitución establece en su primer artículo que es un Estado laico, si bien la fe más profesada es la musulmana. En los vecinos Mali y Mauritania también profesan el islam más del 90% de la población, mientras que en Nigeria solo la mitad de sus ciudadanos son musulmanes y casi la otra mitad son cristianos.

José Naranjo comparte en Salam Plan todo lo que ha aprendido y sigue aprendiendo de “las Áfricas”, como dijeran los grandes estudiosos. Porque África, y también el “África subsahariana” no se pueden definir como una unidad.

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¿Qué te llevó a establecerte en Senegal?

Yo soy de Las Palmas. Como periodista en Canarias había estado trabajando mucho el tema migratorio. En el año 2003-04 había estado por primera vez en Senegal. Mi salto a instalarme en el continente africano fue a raíz del seguimiento de todo el tema migratorio. Había estado en Mali, Senegal, Mauritania, Argelia…

Fruto de esos viajes investigando el tema de las migraciones, me había dado cuenta de que había dado cuenta de que había toda una realidad del África occidental que no se estaba contando, o desde la distancia, o mal. Había muy poca presencia, prácticamente ninguna presencia, de periodistas españoles por la zona.

Tenemos mucho vínculo con Senegal: tenemos todo el tema migraciones, de seguridad, empresarial, cooperación al desarrollo… Hay una colonia senegalesa superimportante en España y al revés: en Senegal también hay una gran presencia española.

[En España hay 70.000 ciudadanos de Senegal con permiso de residencia. Senegal es también el país de África subsahariana con más ciudadanos con permiso de trabajo en España. Por otra parte, para España, Senegal es el “puente con África occidental” según la Cámara Oficial de Comercio de España en el país. ¿Los motivos? “Su posición geográfica y estabilidad económica y política”].

Senegal es un país ideal para quien comienza en África. El gran descubrimiento al llegar, es su gente: son muy hacia fuera, muy hacia el otro. Y se nota enseguida.

¿Qué fue lo que más te sorprendió al llegar?

Senegal es un país ideal para quien comienza en África, porque tiene muchas cosas occidentales y es ‘muy África’ (a la vez), tiene muchas cosas diferentes. Es un país que viene muy bien cuando uno aterriza allí.

Una de las cosas que me chocaba, era la oscuridad en las calles por la noche. En España es sinónimo de una zona un poco abandonada, peligrosa. En cuanto descubres que es normal, no tienes sensación de peligro. Es todo un proceso, ir aprendiendo y descubriendo las claves culturales y sociales. Es maravilloso, fascinante.

El gran descubrimiento, es la gente, la amabilidad, la simpatía. Son gente que son muy hacia fuera, muy hacia el otro. Y eso se nota enseguida.

Mi primer reportaje fue un tema sobre acaparamiento de tierras en Podor, en el norte de Senegal. Me quedé en casa de un amigo, Ibu Yalo, maestro. Vivía con 6 o 7 maestros en una casa y la vuelta la hice con un amigo de él. Al poco tiempo era la Fiesta del Cordero y me invitó a su casa con su familia. Yo no lo conocía de nada, pero el mero hecho de volver en guagua con él hasta Dakar… como si yo te invitara a pasar la Navidad, porque la Fiesta del Cordero es para ellos como la más importante del año. Son gente muy, muy abierta.

De Mali estoy profundamente enamorado, es la cuna de los grandes imperios. Mauritania es un país con mala prensa, pero a mí me encanta.

¿Y qué es lo que más te gusta de tu país de acogida?

Más que del país, de la zona. Me muevo mucho. Estoy mucho en Mali, Mauritania… por supuesto, la gente. La posibilidad de aprender cada día. Hay tantas cosas que no sabemos de las etnias, culturas, idiomas, costumbres… Vivir ahí me permite estar en permanente aprendizaje. Y eso te mantiene súper estimulado todo el tiempo.

Senegal tiene un poquito de todo. No tiene la espectacularidad de los safaris de Kenia o Tanzania, o los paisajes de otros sitios. Pero luego tiene de todo: tiene el río Senegal, parques nacionales… tiene un poco de todo. Es como un pequeño resumen de África.

De Mali estoy profundamente enamorado, es la cuna de grandes imperios. Es un sitio fascinante: la cultura, la música, la historia. Si Senegal me gusta por la gente, Mali es una pasada, es una gente super encantadora, abierta.

Mauritania es el país más singular de los que conozco. Se pone en evidencia de manera muy impactante la mezcla entre el mundo árabe bereber y el mundo negro, subsahariano. Es un país claramente frontera y fruto de eso, surgen tensiones y se ponen muy de manifiesto. Pero luego es que tiene el desierto, la zona de la costa, Nuadibú -esa ciudad pirata que hay allí en el norte-… Es un país que tiene mala prensa, [pero] a mí me encanta. Cuanto más voy, más me gusta. Lo que pasa es que hay que dedicarle tiempo y hay que escuchar mucho a la gente y sentarte a tomar el té sin prisa.

Parece que te sientes bastante seguro moviéndote por Mauritania o Mali.

Sí. A ver: Mali, Burkina Faso, Níger… son países con conflicto, tienen el problemón del avance del yihadismo y está claro que hay que tener cuidado. Hay zonas de Mali que tienes que tener mucho cuidado por riesgo de secuestro y hay zonas a las que voy pero con precauciones. Y hay zonas a las que no puedo ir, directamente. Sin embargo, Mauritania ahora mismo todo el país es bastante seguro.

Para ir a esos países es superimportante saber hasta dónde uno puede llegar y luego actuar en consecuencia.

¿Qué es lo que uno no debería perderse si va a Senegal?

Dakar es un gran hub de agencias de Naciones Unidas, ONG, bancos… una ciudad con esa vitalidad propia. La Isla de Gorée, al lado, es patrimonio de la humanidad, tiene toda la historia de los esclavos y su salida a América.

Saint Louis, la anterior capital de la colonia francesa, una ciudad amenazada por la erosión costera, y tiene todo ese sabor colonial muy bonito.

Senegal tiene un poquito de todo: el norte es como muy del Sahel y el sur es más tropical. Tiene paisajes espectaculares. A quien le guste la naturaleza, la región de Casamance, en el sur: Usui, Cap Skirring… Es un clima con una vegetación exuberante, árboles inmensos, me llamó mucho la atención. Hay una etnia, que son los Yola, una cultura bastante diferente al resto, al norte. Están separados por Gambia. Son animistas, con una cultura muy ligada al bosque.

Antes mencionabas la música de Mali. ¿Qué es lo que más te gusta, qué tiene de especial?

Mali tiene ese punto de mezcla: están los tuareg al norte, los songhay, los bambara, los malinké, los dogón, los árabes… Mali es un país que tiene muchas etnias diferentes y fruto de esas culturas diferentes, allí hay músicas super peculiares, diferentes.

Toda la música del norte, si has visto la película Timbuctú, la banda sonora… Toda esa música que viene del norte de Mali. Por nombrarte uno, Salif Keita: es uno de los grandísimos de la música africana y es maliense. Bebe de esa tradición.

En Guinea Conakry, la gente que toca el balafón o la cora, que son instrumentos propios de la zona. Es brutal escucharles, hay auténticos maestros.

Pero luego está el mbalax, con Youssou N’Dour como uno de sus exponentes más conocidos, pero hay otros. Es que es un mundo en el que entras, y te das cuenta de la riqueza. Es espectacular.

La gran desgracia de África es hablar de ella como una unidad. Solo Nigeria da para una vida.

Solemos meter al África subsahariana en el mismo saco. ¿Es una simplificación demasiado grande? En un solo país hay un montón de etnias.

¿Qué es África? ¿Cómo la defines? Es imposible. Es un territorio tan inmenso, con países tan distintos y grupos culturales, idiomas y tradiciones que no tienen nada que ver entre sí. Hablar de África como una unidad… los grandes estudiosos e investigadores ya hablaban de “las Áfricas”.

Esa es la gran desgracia, yo creo, lo que tú apuntas. Esa tendencia a decir “es que en África”, “la gente de África”… Desde Europa es ese gran desconocimiento de la realidad y de la variedad que hay. Por ejemplo, Nigeria es un continente dentro de África. Ya es difícil hablar de Nigeria, porque tiene realidades tan distintas en el norte y en el sur. Muchas veces, como periodista, cuando tienes que escribir sobre Nigeria, es una complejidad brutal.

Etiopía, Sudán, Sudáfrica, Ghana, Senegal… Es que cuando se dice “África es un continente donde hay muchos conflictos”… Sí, hay conflictos, pero luego hay países que son standing, tranquilos.

Nigeria es el sexto país con mayor población de todo el mundo, un continente dentro del continente. Por otra parte, aunque la serie del #PrismaDelCorresponsal, se centra en países de mayoría islámica, no todos los países del África subsahariana lo son. En Nigeria el 50% son ciudadanos musulmanes mientras que el 45% son cristianos. Es un continente de una complejidad brutal.

Claro, es el mejor ejemplo de esa diversidad. Hay muchos elementos. Nigeria tiene un sistema político, además, muy descentralizado. Hay estados, que vienen a ser un poco como las comunidades autónomas, salvando todas las distancias, en las que los gobernadores tienen mucha capacidad de gestión. Luego los lugares históricos del norte, musulmanes, que eran califatos. Y el sur, que es más cristiano, aunque está todo mezclado. Lagos que es una megaurbe vibrante…

Y toda la problemática del delta del Níger, la famosísima guerra de Biafra, hay un problema de independentismo, el yihadismo en el noreste con Boko Haram, pero en el noroeste, toda la problemática con delincuencia, secuestros… Se resume un poco todo lo que se da en África. Es que Nigeria da para una vida.

Hay una Historia fascinante por descubrir por nosotros.

¿Qué no sabemos de estos países que tú conoces y nos gustaría saber?

Creo que tenemos mucho desconocimiento de su historia. Tienen una historia fascinante, previa a la colonización. Hay toda una historia no solo a partir de la narración oral, que es verdad que es una cosa maravillosa, pero también hay crónicas de los árabes, de los que residieron allí, que han servido para construir la Historia. Lo digo, porque son cosas que creo que, desde la colonización e incluso antes con la esclavitud, se trataron de ocultar o de restarle valor. Pero en África hubo organizaciones políticas… y hay una historia. No necesariamente todo tienen que ser imperios para que le demos valor. Disfrutaríamos aprendiendo mucho. Incluso en su momento tuvo su vínculo con las rutas comerciales… Yo es que soy muy flipado de la Historia.

¿Podrías recomendar una fuente para un primer acercamiento a esa Historia?

Hay un libro traducido al español, además su autor acaba de fallecer hace un par de semanas. Es Djibril Tamsin Niane y el libro se llama “Sunyata o la epopeya mandinga”. Es un libro que combina toda la parte histórica con la narración oral, con las leyendas… Es la leyenda del fundador del imperio de Mali, hay toda una cosa mágica en torno a su nacimiento, está enfermo, lo expulsan del reino. Pero luego vuelve, recupera el trono y une a todos los pueblos de la zona.

Hay una historia muy bonita de Manden Kalikan [Carta de Manden], cuando en Europa estábamos en plena Edad Media. Es la historia de la primera “Constitución” africana, en la que todos los pueblos se unen y adoptan unas normas comunes para convivir bajo el imperio. Es maravilloso, porque por ejemplo está todo el respeto al medio ambiente o decían que la mujer debía ocupar puestos de responsabilidad en la administración…

Me parece la evidencia de que hay una Historia fascinante por descubrir por nosotros.

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NO TE PIERDAS el próximo #PrismaDelCorresponsal en SalamPlan.com: el domingo 4 de abril con JOSE MANUEL IZQUIERDO MOTA, corresponsal en Irak para ABC y El País.

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