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Sannah Hussain, la boxeadora escocesa que lucha contra el albinismo y la discriminación

Sannah Hussain se esfuerza por superar sus problemas de salud para boxear. © Sannah Hussain/ ZA Photography

«Sin mi enfermedad, creo que no tendría el mismo empuje». A Sannah Hussain le encantaría ser una boxeadora profesional, pero padece albinismo y una enfermedad autoinmune que no le dejan ver bien ni tener la fuerza física que necesitaría. Aun así, no se rinde y ya participó en un espectáculo de lucha tras poco más de medio año de entrenamiento. Y tiene otro encuentro planeado para el próximo marzo.

A este sueño se suman otros que también está cumpliendo. Estudió un grado de Finanzas, Inversiones y Riesgos y actualmente trabaja como recaudadora de fondos para la ONG Human Appeal en su Escocia natal. “No puedo imaginar trabajar en otro sector» que el de las ONG, dice a Salam Plan. De hecho, se enamoró del boxeo después de organizar clases solo para mujeres como parte de su trabajo. También disfruta pinchando música en su propio programa de radio en la que, explica, es la única emisora comunitaria destinada especialmente a personas de origen asiático, Awaz FM.

Nacida y criada en Glasgow, esta mujer de 25 años se define a sí misma como «una mente joven y curiosa» y cuenta que le gusta conocer a «gente de distintos orígenes y comunidades que sean amantes de la humanidad como base común». Se ha convertido en una activista por distintas causas, especialmente en defensa de las mujeres musulmanas, como ella. Recientemente dio una charla en el Mindful Drinking Festival de su ciudad, un foro en el que se promueve un consumo responsable de alcohol y la aceptación de quienes prefieren no beber. Fue entonces cuando Sannah Hussain atendió a Salam Plan.

«Me miran atónitos cuando empiezo a hablar y la gente se da cuenta de que soy extremadamente escocesa y una musulmana que lleva velo»

El Mindful Drinking Festival reivindica la normalización de no beber or beber alcohol con moderación entre todo tipo de personas. ¿Cómo es no beber en Escocia? ¿Se siente presionada para beber?

Nací en una parte del mundo donde beber alcohol forma parte normal de la vida de la mayoría de la gente. He estado en situaciones donde se me ha ofrecido el alcohol más de una vez. Por ejemplo, en fiestas o en salidas nocturnas del trabajo en bares y restaurantes.

No creo que mi fe haya cambiado la presión o los ofrecimientos que he recibido, pero desde luego hay una reacción diferente cuando la gente se da cuenta de que eres musulmana y no pueden ocultar su disgusto por tu decisión.

¿Le han preguntado muchas veces «cómo puedes divertirte sin beber»? ¿Qué contesta?

He perdido la cuenta de las veces que me lo han preguntado. Pero mi sencilla respuesta es que no necesito beber para pasármelo bien. A menudo pregunto algo parecido… «¿Cómo puedes divertirte estando bebido?» No siempre se lo toman bien, pero a veces puede dar qué pensar a la gente.

¿Echa de menos más bebidas no alcohólicas cuando sale?

A veces puede ser frustrante que las opciones sean tan limitadas y que haya dos o tres opciones de bebidas no alcohólicas. A veces también me desconcierta mucho que en muchos bares ni siquiera ofrezcan cócteles sin alcohol, ¡como si requiriera mucho más esfuerzo, cosa que no creo! Sin embargo, al contrario de aquellos que beben alcohol, no obtengo mucho de una bebida más allá de calmar mi sed, que es lo que busco generalmente, así que no suelo permanecer triste por mucho tiempo [sonríe].

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¿Ha experimentado otras dificultades o discriminación debido a su fe?

Nunca he sufrido ninguna verdadera discriminación o malestar debido a mi fe más allá de miradas atónitas cuando empiezo a hablar y la gente se da cuenta de que soy extremadamente escocesa y una musulmana que lleva hiyab. Antes de empezar a llevar hiyab, mi pelo rubio realmente confundía a los no musulmanes y a las personas asiáticas, sorprendidas de que pudiera existir un musulmán blanco.

Como mujer joven con confianza y entusiasta, me con la responsabilidad de interactuar con otros y mostrarles todo lo que tenemos en común, mucho más que lo que nos separa.

¿Tuvo que romper muchos tabús para comenzar a boxear?

Aunque mucha gente del entorno se sorprendió por las clases de boxeo solo para mujeres de Human Appeal, la respuesta fue positiva. Todos con los que he hablado, hombres y mujeres, están de acuerdo en que fue una gran idea. Pero no soy tan ingenua como para pensar que hubo gente a la que no le gustó. Pero hemos tomado todas las medidas posibles para garantizar que las clases no comprometen ni la fe ni las creencias de nuestra comunidad musulmana y asiática.

Mi mayor problema fue convencer a otros sobre la seriedad de mi [participación en el espectáculo de] lucha teniendo una discapacidad y una enfermedad. Muchos pensaban que mi pelea no era verdadera o que el gimnasio simplemente me estaba permitiendo vivir mi sueño. Aunque creo que estoy viviendo mi sueño, la pelea era realmente seria y estaba llena de riesgo. Pero dejé que mis puños hablasen y mantuve la concentración. Puede que esté impedida a nivel visual, pero cuando estás en el ring de boxeo y tan cerca de tu oponente, utilizas más sentidos que solo la vista.

«Aunque creo que estoy viviendo mi sueño, la pelea era realmente seria y estaba llena de riesgo. Pero dejé que mis puños hablasen y mantuve la concentración»

¿Cómo se enamoró del boxeo?

Después de poner en marcha las clases de boxeo solo para mujeres con la ayuda de un compañero de trabajo y voluntarios de Human Appeal, participé en su promoción para fomentar su éxito. Pero tras la primera clase, me di cuenta de que entrenar una vez a la semana no era suficiente y empecé a ir a más clases y cada vez de forma más regular. Mi amor por el boxeo creció a partir de entonces.

Es algo sobre trabajar sola, a sabiendas de que tu éxito y tu fracaso dependen de ti y de nadie más. Eso me empujó a intentarlo y demostrarme a mí misma que era capaz [de hacerlo]. La forma final de hacer esto era tener mi primera pelea, así que cuando surgió la oportunidad, me lancé a por ella. Nunca acepté un no por respuesta y me exigí a mí misma para estar lista.

¿Qué ofrecen las sesiones especiales para mujeres en el gimnasio que sean diferentes de otras sesiones?

Las clases que ofrecemos las llevan muchas mujeres coaches experimentadas y se cierra todo el gimnasio al resto de sus socios y empleados a esa hora. Las mujeres y las chicas se pueden sentir a gusto llevando lo que quieran mientras sea seguro para ponerse en forma y se pueden quitar su hiyab si llevan uno.

Lo mejor es que el dinero que recaudamos se dona a los numerosos proyectos de Human Appeal después del pago al gimnasio. Ahora estamos poniéndonos en contacto con empresas y organizaciones para pedirles que patrocinen las clases mensualmente para que se pueda donar dinero a acciones sin ánimo de lucro.

«Saber que tu éxito y tu fracaso dependen de ti y de nadie más, me empujó a intentarlo y demostrarme a mí misma que era capaz»

¿Cómo surgió la idea de clases solo para mujeres?

Las clases simplemente comenzaron después de que una voluntaria contara a Human Appeal que deseaba volver a boxear, pero debido a su edad, a su familia no le gustaba la idea de que entrenase junto a hombres en los gimnasios de boxeo. Después de investigar un poco, nos dimos cuenta de que había mucha gente que se sentía igual y una compañera mía preguntó a un gimnasio un término medio. El gimnasio accedió con gusto y desde que empezaron las clases en febrero de este año, hemos visto a muchos miembros de minorías étnicas -tanto hombres como mujeres- hacerse socios del gimnasio.

Las reacciones han sido muy positivas y no sentimos que nos traten de forma distinta que a ningún otro usuario del gimnasio. Nuestro único problema ha sido encontrar una hora que conviniera a todas, ya que muchas mujeres tienen diferentes responsabilidades y no pueden asistir a la clase semanal que facilitamos. Pedir al gimnasio que cerrara sus puertas a otras personas fue una solicitud gigantesca y seguimos trabajando por ampliar [la oferta].

Sannah Hussain durante la pelea de cara al público en la que participó en septiembre. © SK Boxing Promotions

¿Siente que el hiyab supone alguna dificultad para hacer deporte?

¡Sí! ¿Ha intentado entrenar alguna vez llevando un hiyab? Si no lo ha hecho, puedo decirle que no es ni fácil ni cómodo. Hace calor, se pega y no se queda en su sitio; se pone en medio y te impide concentrarte en tu entrenamiento. Así que si ni siquiera puedes entrenar, ¿cómo vas a poder competir?

Muchas compañías ahora venden hiyabs para hacer deporte y, aunque hacen las cosas mucho más fáciles, son difíciles de conseguir en Reino Unido. Vienen de fuera, cuestan mucho dinero y lleva mucho tiempo hasta que llegan, y una vez que lo tienes a lo mejor no te gusta, porque no tuviste la oportunidad de probártelo antes.

Aunque me reciben con los brazos abiertos en el gimnasio, me ha supuesto un esfuerzo llevar mi hiyab deportivo, porque me da la sensación de que llamo la atención y no puedo pasar desapercibida como quienes no llevan hiyab.

La dificultad se extiende también a lo que uno lleva. Como ‘hiyab’ no es solo sobre cubrir tu cabello, sino sobre vestir de forma modesta también (y) pocos deportes se acomodan a esto. Por suerte, como mi pelea fue una exhibición, el gimansio fue muy flexible y me permitió llevar una camiseta de manga larga, leggings y mi hiyab deportivo bajo mi kit. Pero si avanzo, lo que llevo podría suponer un problema dependiendo del nivel al que compita.

«Me da la sensación de que llamo la atención y no puedo pasar desapercibida como quienes no llevan hiyab»

¿Cómo afecta su albinismo y su enfermedad autoinmune a su carrera en el boxeo?

El albinismo y la miastenia gravis significan que nunca podré hacer una carrera profesional en el boxeo. Simplemente no estoy suficientemente en forma o sana como para esperar eso de mi cuerpo, lo que -aunque es triste- es un hecho de la vida que no se debe a una falta de determinación o motivación. Sería tonto por mi parte forzarme a mí misma a una situación que podría derivar en una lesión seria o me podría obligar a no boxear de ninguna forma.

De todas formas, hasta ahora estoy disfrutando de mi camino en el boxeo. La pelea en la que participé será el momento más importante del año y continuaré entrenando en el gimnasio para mantenerme en forma y al máximo técnicamente. Pero nunca diría nunca y si me ofrecen otra pelea-espectáculo, seguramente acepte. [Sannah Hussain recibio la oferta de participar en una nueva pelea en marzo de 2019 después de que esta entrevista tuviera lugar].

¿Qué diría a las personas que padecen albinismo o miastenia gravis y quieren hacer una carrera deportiva?

No todo es competir con otros y simplemente permitirte a ti mismo ser parte de algo es importante también. Pasé años de mi infancia jugando al fútbol y al cricket y era malísima: nunca veo lo suficiente como para seguir el ritmo, pero recuerdo pasármelo bien. A lo mejor no era divertido cada vez que jugaba, pero estar con amigos y con la familia era agradable y al menos siempre puedo decir que lo hacía lo mejor que podía.

Pero si vas en serio con el deporte, ponte en contacto con tus clubs y organizaciones locales y pide participar. ¡Intenta tantas cosas como puedas hasta que encuentres la que mejor te va! Entiende que no será fácil y estate preparado para el rechazo. A veces necesitas seguir llamando a las puertas y volver a visitar las mismas hasta que encuentres a las personas adecuadas que te escuchen.

«A todas las mujeres que luchan contra la discriminación e intentan superar barreras: ¡no estáis solas! Seguid intentándolo: cualquier cosa es posible»

Le gustaría boxear profesionalmente.

En un mundo ideal, me encantaría hacer una carrera en el boxeo, pero los factores que me lo impiden son los factores que me motivan; así que sin mi enfermedad, creo que no tendría el mismo empuje.

¿Algún deseo para mujeres musulmanas en el deporte y en Escocia?

Desearía que hubiera más mujeres musulmanas que perdieran el miedo a ser juzgadas en cualquier cualidad o en cualquier entorno. En muchos casos, la gente tiene opiniones de los musulmanes que se pueden cambiar fácilmente a través de una conversación amistosa y, aunque las opiniones de algunas personas no se pueden cambiar, nunca lo sabremos hasta que lo intentemos.

A todas las mujeres que luchan contra la discriminación e intentan superar barreras: ¡no estáis solas! Seguid intentándolo: cualquier cosa es posible.

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