Emigraron para unirse a las filas terroristas del autodenominado ‘Estado Islámico’ en Siria o Irak provenientes de 33 países; 15 de ellos, europeos. Reino Unido es ahora el Estado europeo con más retornados, mientras España está en duodécimo lugar junto a Noruega, según un nuevo estudio.
De las cerca de 30.000 personas que dejaron su país para unirse al autodenominado ‘Estado Islámico’, al menos 5.600 ciudadanos o residentes de 33 países han vuelto a casa; al menos 1.700 de ellos, a Europa. Así lo asegura el informe Beyond the Caliphate; Foreign fighters and the threat of returnees (Más allá del califato; combatientes extranjeros y la amenaza de los retornados) del Soufan Center, una organización dedicada al análisis de asuntos de seguridad mundial y amenazas emergentes con base en Nueva York.
La mayoría de los denominados “combatientes extranjeros” (o foreign fighters) del Daesh provenían de las antiguas repúblicas soviéticas (más de 8.700), seguidos de personas de Oriente Medio (más de 7.000) y en tercer lugar, de Europa Occidental (más de 5.700). Actualmente, son al menos 15 los países europeos -incluidos los Balcanes- los que han registrado la vuelta de estos presuntos terroristas a sus países.
Francia es el país europeo con más combatientes extranjeros (1.900), pero Reino Unido es quien ha registrado el mayor número de retornados (425)
Francia es el país europeo con más combatientes extranjeros: calcula que 1.900 ciudadanos o residentes en su país viajaron a Irak y Siria para unirse al Daesh sobre el terreno de su supuesto califato; de ellos, han vuelto al menos 271, según datos del pasado agosto. Alemania es el segundo país más afectado por este fenómeno, con aproximadamente 915 combatientes extranjeros y un gran número de retornados: aproximadamente 300, según cifras de marzo. Y aunque Reino Unido es el tercer país europeo en número de combatientes extranjeros, es el que más retornados ha registrado: 425, de acuerdo con datos de febrero de 2017.
España se posiciona en décimo lugar de la lista de países europeos con personas que quisieron unirse a las filas del autodenominado ‘Estado Islámico’ sobre el terreno. Ha contabilizado 204 combatientes extranjeros, de los cuales han vuelto al menos 30.
No todos los combatientes extranjeros llegaron a su destino, pues las autoridades los interceptaron. España lo logró en al menos 300 ocasiones
Es importante tener en cuenta que no todos los que se contabilizan como combatientes extranjeros llegaron a su destino, ya que en numerosas ocasiones las autoridades turcas, marroquíes u otras lo impidieron en cooperación con sus países de origen. En el caso de España, fueron más de 300, según Soufan Center.
Pero es Francia el país europeo que más intentos frustrados de esta emigración ha registrado, con más de 2.600. Detrás le siguen Bélgica (con más de 1.500), Reino Unido (con alrededor de 1.200) y Alemania (con más de 650).
En la mayoría de los atentados reivindicados por el Daesh no fueron retornados los que los llevaron a cabo
Richard Barrett, autor del informe y experto en lucha antiterrorista de prestigio mundial, asegura que los retornados suponen un “enorme reto” para los cuerpos de seguridad y también para los judiciales de los países. Pero al mismo tiempo reconoce que los hechos demuestran que en la mayoría de los atentados reivindicados por el Daesh no fueron retornados los que los llevaron a cabo, ni en suelo europeo ni en el resto del mundo. Así lo señalaba también recientemente el experto en lucha antiterrorista del centro de investigación y análisis británico RUSI, Raffaello Pantucci, en Salam Plan tras la caída de Raqa.
“Por lo general, parecen tener un deseo mayor de unirse a algo nuevo que destruir algo viejo”, opina Barrett. Y recuerda que en septiembre de este año, las autoridades francesas hablaron de un descenso en el ratio de retornados. El centro de lucha antiterrorista de EEUU también reconoció en julio que el número de retornados estaba siendo menor del esperado y apuntaba a que los terroristas prefieren morir sobre el terreno defendiendo lo que consideran su patria.
«Los Estados no han encontrado una forma para abordar el problema de los retornados. La mayoría están encarcelados o desaparecidos, (pero) por lo general, parecen tener un deseo mayor de unirse a algo nuevo que destruir algo viejo»
Asimismo señala que entre quienes vuelven también hay arrepentidos o personas desencantadas, porque no encontraron lo que buscaban en la promesa del supuesto califato de Abu Bakr al Bagdadi.
A pesar de estos apuntes, Barrett advierte de que la pérdida de terreno -especialmente ahora, tras la reciente caída de Raqa, la ‘capital’ de los terroristas- llevará a sus líderes a poner más énfasis en el apoyo a actos terroristas fuera de Siria e Irak, utilizando también a los retornados. Por cierto, entre ellos también hay mujeres y niños.
En su informe, el analista alerta: “Los Estados no han encontrado una forma para abordar el problema de los retornados. La mayoría están encarcelados o desaparecidos. Será necesario investigar más y compartir más información para desarrollar estrategias efectivas para evaluar y abordar la amenaza”.