Entre este martes y miércoles los musulmanes celebran la fiesta del fin del ayuno de Ramadán. Es una de las celebraciones más importantes en el islam, en la que se reúnen las familias, amigos y hasta vecinos para dar las gracias. Una fiesta a lo grande, en la que los dulces tampoco pueden faltar. Nos lo cuentan un policía nacional, una abogada, un imán, un autónomo, una directora general…
“Cada uno dentro de sus posibilidades. Yo alquilaría una discoteca, si pudiera”, bromea por teléfono Abd-Selam Mehamed, agente de la Policía Nacional, desde Melilla. En la ciudad autónoma la fiesta será el miércoles y el martes por la mañana aún no sabe si podrá librar. Pero cuenta con que su comisario no pondrá ninguna pega, como no la ha puesto en años anteriores.
Calcula que solo con la familia, se juntarán entre 30 y 40 personas, a lo que se añadirán amigos y vecinos. Cuenta que su mayor alegría será reencontrarse con primos a los que no ve “desde hace meses”. “Lo añora uno mucho”, añade.
Mientras otras personas que conoce se han ido unos días a Málaga, Almería o Tánger para celebrar Eid al-Fitr con los suyos, él y su familia se quedan en casa, al cuidado de su madre, que ya tiene 90 años. Se pondrán las botas con los dulces, que llevan preparando desde el lunes con su mujer a la cabeza.
En casa de Nessrin E. Bensaid en Madrid tampoco van a faltar los dulces en esta gran fiesta. La abogada cuenta que celebra el día “como si estuviese en Marruecos, aunque nunca lo haya celebrado allí”, porque llegó aquí con 5 años y hace poco cumplió 34. “Empezamos en la mezquita, con mi madre, hermanas, sobrinas y todos”. Su padre falleció hace un tiempo. Seguro que también se pasará gente a saludar a su madre, porque es “muy conocida” en el barrio.
Toman té y los dulces que llevan preparando desde hace unos días. A ella le gusta mucho uno “muy clásico y súper básico” que les hacía su madre cuando era pequeña: se trata de uno “relleno de dátiles, cubierto de masa finita y bañado en azúcar glas”. Reconoce que no tiene “ni idea” de cómo se llama el manjar, pero explica que tiene forma como de dedo, similar a los huesos de santo por la fiesta cristiana de Todos los Santos.
El imán de la primera mezquita erigida en España, la del barrio madrileño de Tetuán, atiende a Salam Plan a la salida del gran rezo del día, que empezó sobre las 9:30 de la mañana. Es también el presidente de la Comisión Islámica de España. Riay Tatary explica que Eid al-Fitr es la fiesta más importante para los musulmanes junto con la que llega después de la peregrinación a La Meca: “Es la culminación de un cumplimiento de obedecer a Dios, cumplir con el precepto del ayuno y de la peregrinación. Es la fiesta de agradecimiento”.
Isabel Romero desde Córdoba añade que también se reza por las “intenciones” de uno. La directora general del Instituto Halal y presidenta de la Plataforma Ciudadana Contra la Islamofobia está dando un paseo con amigos después de acudir a la mezquita cuando habla con Salam Plan. “Hoy, además, ha aflojado un poco el calor en Córdoba. Ayer hubo 40 grados, hoy estamos de fiesta porque solo hace 34 grados, así que imagínate”, ríe al otro lado del hilo telefónico.
Celebrará la fiesta de forma “muy sencilla, nada del otro mundo”. Lo importante es juntarse con amigos y “poder volver a compartir la comida y alegría con la gente que ha hecho el esfuerzo” del mes de Ramadán, en el que ayunar es casi lo menos.
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Mìriam Hatibi, autora del libro Mírame a los Ojos (Ed. Plaza & Janés), ha ido a la mezquita en Cornellá con su suegro y su pareja. Después han visitado a una parte de la familia para más tarde ir a comer con otros familiares. El resto, lo irán improvisando sobre la marcha, pero “en general es: llamadas, mensajes e ir viendo a la gente que vive cerca”.
Yusuf Fernández no se ha podido tomar el día libre. Trabaja en un canal de televisión árabe y a la vez estudia árabe en la universidad en Madrid y esta vez no ha podido ser. “Tengo que entregar una cosa en la universidad y estoy trabajando. Quizá mañana tenga más tiempo para poder celebrarlo”, afirma resignado el portavoz de la Fundación Alulbeyt.
La youtuber Ramia Schannel también tiene que ir a trabajar, pero por la tarde. Así que la mañana la ha podido aprovechar para el rezo, compartir una foto en su canal de Instagram con sus 26.000 seguidores y desayunar en familia. Cuando salga del trabajo, tendrá una cena en familia y a lo mejor sale «a tomar algo por allí» con su marido, comenta.
Hicham Muhammad es autónomo, así que se ha podido organizar para celebrar Eid al-Fitr como si fuera un festivo. Aunque su hija tiene exámenes por la mañana, así que tendrá que esperar hasta la tarde para celebrarlo con ella y su mujer. El resto de la familia vive en Marruecos, así que la suya será una fiesta en petit comité. Al menos podrá desconectar un poco y, lo más importante para él, transmitirle a su hija “los valores de la gratitud, sobre todo, la alegría y la comunidad: la importancia de la familia y de vivir en comunidad”. Eso es lo que significa para él esta fiesta mayor del islam.
Muhammad, que fue secretario de la Asociación de Jóvenes Musulmanes de España, aprovecha la ocasión para hacer una reivindicación: “El sermón que se hace por las mañanas [en la mezquita] tiene que ser más en español, especialmente en el día del Eid. Hay personas de muchas nacionalidades, muchos jóvenes presentes y la mitad no entienden el árabe”.
Es lo que está “intentando transmitir a las mezquitas”, que son “relativamente” receptivas, porque en muchos casos los imanes no dominan el español y no se sienten seguros en este idioma. Pero para Hicham es esencial. “Si no incorporamos el español, estamos excluyendo a parte de la sociedad y si no, muchos jóvenes buscan alternativas en internet”, advierte.
No es tarea sencilla, las vocaciones para ser imán en España son insuficientes. Igual que la Iglesia católica en los últimos años ha necesitado de sacerdotes llegados desde fuera, la Comisión Islámica de España se ve en la obligación de contratar cada año los servicios de imanes provenientes en su mayoría de Marruecos para poder cubrir todos los rezos para todos los fieles, como explicó Riay Tatary en una reciente entrevista con Salam Plan.
Pero el mensaje principal de Eid al-Fitr está claro: para los musulmanes es un día para dar las gracias a Dios y estar con los seres queridos.