A H.M. le llamaron para romper un precontrato de alquiler media hora después de los atentados de Cataluña. Hamida ha tardado cuatro años en encontrar un piso adecuado a pesar de tener un empleo fijo y suficientes ingresos. Como ellos, muchas más personas musulmanas son especialmente discriminadas a la hora de buscar una vivienda de alquiler. E hipotecarse solo es una opción de último recurso para los musulmanes practicantes, porque los préstamos bancarios por lo general se consideran ilícitos por abusivos.