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Cataluña es la región con más terroristas y las «tensiones independentistas» lo complican

Fernando Reinares (i), Rafael Estrella (c) y Carola García-Calvo (d) durante la presentación del informe. Copyright: RIE

El 25% de los terroristas yihadistas en España en los últimos cinco años estaban en la provincia de Barcelona, según el informe presentado este martes por el Real Instituto Elcano. Aunque no existen motivos claros, el investigador Fernando Reinares considera que el independentismo ha influido.

El estudio se basa en los 230 terroristas detenidos o fallecidos (por los terroristas muertos en el contexto de los atentados de la Ciudad Condal y Cambrils) en los últimos cinco años en España. El reparto geográfico de estos se repartía en 69 bolsas o células distintas, cuya cuarta parte se concentraba en la provincia de Barcelona. Ceuta es el segundo lugar con mayor concentración de estos terroristas, un 15%. Le siguen Madrid y finalmente, Melilla.

El director del Programa de Terrorismo Global, Fernando Reinares, y la investigadora principal, Carola García- Calvo, han presentado los resultados del informe «Actividad yihadista en España, 2013-2017: de la Operación Cesto en Ceuta a los atentados de Cataluña» durante el 5º Foro sobre Terrorismo Global organizado por el Real Instituto Elcano en Madrid.  Reinares ha admitido que no dispone de “una respuesta definitiva” a los motivos por los que la provincia de Barcelona acumula tal cantidad de terroristas, pero sí ha querido destacar “datos a valorar” que -en su opinión- han influido en ello:

  • “Cataluña tiene una asombrosa concentración de comunidades salafistas” con respecto al resto de España. El salafismo ofrece la visión más rigorista del islam y puede convertirse en la antesala del paso a la violencia, pues -como ha explicado este experto- “comparten una misma base doctrinal que los salafistas no yihadistas”.
  • Un “problema en la gestión de las comunidades musulmanas” salafistas, que Reinares cree que “se ha agravado con las tensiones independentistas”.
  • También un “problema real de cooperación en la detección de procesos de radicalización y en la persecución y desmantelamiento de células”, algo que según él “también se ha complicado en el contexto de la actual tensión política” en Cataluña.

«Las tensiones independentistas han agravado el problema en la gestión de las comunidades musulmanas (salafistas) de Cataluña y han complicado la cooperación en la detección y persecución (antiterrorista)»

Más allá de la gran proporción de terroristas detectada en esa región y de la que se advertía desde hace tiempo, el informe elaborado junto a la investigadora de la misma entidad, Carola García-Calvo, refleja otros datos significativos sobre la actividad del terrorismo yihadista en España entre 2013 y 2017 (hasta los atentados de Cataluña):

Casi el 28% de los 230 casos estudiados tenían capacidad para atentar en España

  1. Casi el 28% de los 230 casos estudiados tenían capacidad para atentar en España.
  2. La condena media de los detenidos es de entre 6 y 7 años, por lo que Reinares ha mostrado su preocupación por que estos terroristas puedan salir de la cárcel sin haber sido desradicalizados. Opina que las instituciones penitenciarias tienen que trabajar especialmente en ello, aunque duda de su efectividad, salvo en personas más “dúctiles”, como puedan ser aquellos que no hubieran pasado a la acción violenta ni pretendieran hacerlo al ser detenidos. Por ejemplo, mujeres que se querían unir al autodenominado “Estado Islámico” en Siria o Irak pero no sobre el campo de batalla.
  3. El 95% de los terroristas detenidos o muertos en España tenían al Daesh (acrónimo árabe del EI) como principal referente, aunque en un 50% de los casos se mostraron a la vez seguidores de Al Qaeda. “La transferencia de lealtades tiene un flujo mucho más fácil de lo que podíamos esperar: se ven como dos elementos del mismo movimiento, apostándose por unos u otros por razones de conveniencia o efectividad”, ha señalado Reinares.
  4. Solo uno de cada diez individuos era un actor solitario. Estos se dedicaban sobre todo al enaltecimiento del terrorismo y la difusión de propaganda.
  5. El 74% de los individuos estaban en células no integradas en grupos terroristas pero tampoco eran independientes. De hecho, en muchos casos había contactos transnacionales, con Francia o Bélgica, por ejemplo.

El 95% de los terroristas tenían al Daesh como principal referente, aunque en un 50% de los casos se mostraron a la vez seguidores de Al Qaeda

Carola García- Calvo ha arrojado algo más de luz sobre los distintos perfiles de los terroristas yihadistas en España. El informe del Real Instituto Elcano los divide en tres estamentos: liderazgo, medio e iniciático.

Únicamente los líderes de las células (el 25% de los casos estudiados) tenían un conocimiento algo más profundo del islam, mientras que el de los demás se reducía a una noción básica. En su gran mayoría eran hombres con una edad media de 35 años. El 15% de ellos tenía estudios universitarios.

En el nivel intermedio (más del 50%) ya había cierta presencia de mujeres. Se dedicaban principalmente al reclutamiento, la radicalización y la difusión de propaganda. Algunos se preparaban para salir de España.

“Mientras los individuos de nacionalidad española eran más propensos a desarrollar actividades operativas fuera, los individuos marroquíes lo eran a cometer atentados dentro del territorio español”

En el último nivel, el número de mujeres se multiplica y la edad media desciende a los 25 años. Son los últimos en llegar a las células. Curiosamente, “mientras los individuos de nacionalidad española eran más propensos a desarrollar actividades operativas fuera, los individuos marroquíes lo eran a cometer atentados dentro del territorio español”, ha señalado la investigadora. Hay que tener en cuenta que los terroristas yihadistas en España son de nacionalidad española o marroquí en la misma proporción, si bien es cierto que la inmensa mayoría pertenecen a lo que los expertos en terrorismo denominan “segunda generación”, es decir: de ascendientes que provienen de países extranjeros de mayoría musulmana.

Casi la mitad de los 230 terroristas habían viajado al territorio dominado por Daesh, lo habían intentado o tenían la intención de hacerlo. “Casi todos tenían como objetivo de alcanzar Siria o Irak”, ha señalado García- Calvo. Solo cuatro individuos querían ir a otros países o regiones (Gaza, Sahel, Mali, Afganistán).

En septiembre de 2017, por primera vez el número de terroristas detenidos o muertos en España ha superado la cantidad de combatientes terroristas extranjeros

En septiembre de 2017, por primera vez el número de terroristas detenidos o muertos en España ha superado la cantidad de combatientes terroristas extranjeros, según el informe. “Al igual que en el resto de Europa Occidental, España (ha estado) especialmente afectada por la movilización yihadista sin precedentes desde el año 2012”, ha reconocido Reinares. Pero España no ha estado entre los países europeos donde ha habido “una mayor producción de combatientes extranjeros”.

Tras la caída de los dos principales bastiones del Daesh, Mosul en Irak y Raqa en Siria, el principal investigador del Real Instituto Elcano considera que “la amenaza sigue estando ahí, manteniendo los mismos niveles”. Reconoce que es “obvio” que “el frente interno [países europeos de esos futuribles combatientes extranjeros], está reemplazando al frente externo, porque no pueden acudir a las zonas de conflicto de Siria o Irak”. Y sobre los miles de ellos que vuelven a Europa estos días o han vuelto, lanza una anotación esperanzadora: no todos han combatido allí, algunos regresan sin haber pasado a la violencia o desilusionados por no haber encontrado en el supuesto “Estado Islámico” lo prometido.