Mikel Ayestaran estaba en Bagdad cuando el grupo terrorista Daesh proclamó su autodenominado ‘Estado Islámico’ en Mosul, también en Irak. Ha presenciado su ascenso y su derrota militar. También es testigo de las ruinas que han quedado tras más de tres años de control en gran parte del territorio de Irak y Siria y las consiguientes batallas para expulsarlos.