El ministro del Interior Horst Seehofer ha anunciado el cierre de un acuerdo con Italia para que vuelva a acoger a algunos solicitantes de asilo llegados hasta Alemania.
Solo falta la firma para hacerlo oficial, ha asegurado Seehofer esta mañana en el Parlamento alemán. El ministro ha equiparado el acuerdo con los ya cerrados con España y Grecia, aunque no ha entrado en detalles. Ha explicado que acababa de conocer la noticia, antes de realizar sus declaraciones durante el debate sobre el estado de la nación que se celebra en el Bundestag. Angela Merkel asentía con gesto serio durante el anuncio de Seehofer.
Así, se ha puesto de acuerdo con su homólogo italiano, Matteo Salvini, para devolver a los solicitantes de asilo que se encuentren en la frontera de Alemania con Italia. Será cuestión de «un par de días» que se formalice el acuerdo y «para evitar costes de viaje» se «intercambiarán» los documentos de forma que ambos ministros rubricarán el acuerdo por separado.
Se trata de personas que entraron en la Unión Europea a través de Italia y fueron retenidas pasada la frontera de Alemania. Roma se deberá encargar de sus solicitudes de asilo. España fue el primer país con el que Alemania cerró un acuerdo de este tipo, a principios de agosto. El ministro del Interior, Josep Borrell, dijo entonces al diario alemán Handelsblatt que en el caso español se trataría de una treintena de personas, como recogió Europa Press.
Es previsible que en el caso de Italia el número sea considerablemente mayor, dada la cercanía geográfica entre ambos países. Alemania ha acogido a más de un millón de solicitantes de asilo desde 2015 con la política de puertas abiertas que anunció entonces Merkel (CDU). Tras las críticas entre sus propios socios de Gobierno, como las del ministro del Interior (de los democristianos bávaros CSU), la canciller ha tenido que modular la acogida.
Italia se encuentra actualmente en el punto de mira por el cierre de puertos que ha impuesto Salvini a los barcos que hasta principios de verano llevaban a puertos italianos a las personas rescatadas en el mar, de acuerdo con las propias indicaciones del centro de coordinación marítima de Roma. Inicialmente impuso el cierre principalmente a barcos de ONG, aunque más adelante ha acabado aplicando restricciones a la propia guardia costera italiana.
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