El agresor, identificado como Benjamin Herman, fue abatido por la policía de la ciudad belga después de que hubiera matado a tres personas, dos de ellas policías. La pista principal de los investigadores es la de un acto terrorista.
Sobre las 10:30 del martes el agresor atacó a dos agentes «por detrás» con un arma blanca y les asestó varias «puñaladas antes de arrebatarles sus armas», ha informado el fiscal de Lieja, Phillipe Dulieu, en rueda de prensa. Sucedió en el céntrico boulevard Avroy de Lieja (Bélgica).
Acto seguido, Herman continuó su camino a pie y disparó a un ciudadano de 22 años que ocupaba el asiento del copiloto en un vehículo. Finalmente, entró en el Liceo Waha donde secuestró a una empleada antes de ser abatido.
Otros cuatro agentes resultaron heridos. Los alumnos del centro educativo fueron evacuados a otro colegio, ha explicado el alcalde de Lieja, Willy Demeyer.
Un convoi de 2 ambulances quitte la zone. #avroy #liege pic.twitter.com/vakIbgnSpm
— Victor ⌬ (@VICTORJ_FR) 29 de mayo de 2018
Las víctimas: Cyril, Soraya y Lucile
Cyril Vangriecken iba con su madre a la facultad para entregar su trabajo de fin de carrera, ha contado ella al diario Het Nieuwsblad. Sintieron un «ambiente extraño» que les «invitaba a huir», pero esperaron ante un semáforo en rojo. De pronto, vieron acercarse al tirador gritando. Y disparó a su hijo. «Le asesinó ante mis ojos y no pude hacer nada para protegerlo», ha lamentado.
Sus compañeros le han descrito como «más que generoso», siempre con una sonrisa y al que le encantaba la pedagogía, según ha publicado el Consejo de Estudiantes de la Escuela Superior de Lieja.
Las agentes asesinadas tenían 45 y 53 años respectivamente, ha explicado un jefe policial. La segunda de ellas, Soraya Belkacemi, era madre de unas gemelas de 13 años que ya habían perdido a su padre. La primera agente, Lucile García, se acababa de casar con un compañero de trabajo y deja un hijo de 25 años.
“Publicamos la imagen en homenaje a las mujeres, madres y policías maravillosas que eran”, ha comentado la Policía de Lieja en su cuenta de Facebook.
Los otros cuatro agentes heridos “están fuera de peligro”, informó la Policía a última hora del martes. Tres de ellos han sido operados y permanecieron hospitalizados hasta la tarde del miércoles.
El ministro del Interior y Seguridad belga, Jan Jambon, se ha encontrado este miércoles con la mujer que Benjamin Herman tomó como rehén en el liceo. «He quedado impresionado por su relato y el valor que ha demostrado ante el terrorista», ha dicho, según recoge el periodista Martin Buxant.
Las autoridades eran parte del objetivo
«Está claro que el objetivo del asesino era atacar a la Policía. No pretendía matar en un colegio, sino afectar a la Policía, a la institución: el Estado belga», declaró el martes Christian de Beaupère, jefe de la Policía de Lieja.
La mujer de la limpieza secuestrada por Herman, llamada Darifa, ha aportado nueva información este miércoles a la emisora RTBF. El agresor le preguntó primero si era musulmana y si hacía el ayuno de Ramadán. Al contestar afirmativamente, él le dijo que no se preocupara, que no le haría daño. Ella, que aún no sabía qué había pasado fuera, intentó hacerle razonar y le recordó que estaba en un colegio lleno de niños.
Ha contado que el asesino le dijo: «Estoy aquí para hacer cocer a fuego lento a la gente y a la policía».
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Daesh reivindicó el atentado a última hora del miércoles, pero las autoridades aún mantienen abiertas otras posibles motivaciones de este hombre que cumplía condena por crímenes comunes. Es habitual que el grupo terrorista aproveche ataques incluso cuando los agresores no han dejado ningún mensaje afirmando su pertenencia a él. En el caso de Benjamin Herman, estuvo en contacto con radicales islamistas en la prisión. A pesar de ello, aún no está claro si su acción se debe a ello.
Benjamin Herman ya mató la noche anterior
Este miércoles el ministro del Interior había explicado por la mañana en una entrevista radiofónica en RTL Bel que hay «muchas señales» que indican que se trató de un atentado terrorista, pero también hay otras que indican lo contrario.
Así, ha confirmado que el autor del tiroteo (cuyo nombre evitan pronunciar públicamente las autoridades) había matado la noche anterior a otra persona, aunque no ha entrado en detalles. Así lo revelaron medios belgas el martes, citando a fuentes cercanas a la investigación que sí han confirmado el nombre de Benjamin Herman como el autor. El ministro ha indicado igualmente que el autor del ataque en Lieja presentaba signos de estar drogado.
Sobre las informaciones de su relación con personas radicales en prisión, Jambon ha querido clarificar que el nombre del autor del ataque se mencionaba en informes de seguridad centrados en otra persona o personas. «Hay señales que indican su radicalización en prisión, ¿pero ha llevado eso a sus acciones? Esperaremos a los resultados de la investigación», ha dicho el ministro del Interior belga.
A su vez, en otra entrevista en RTBF, el ministro de Justicia, Koen Geens, ha confirmado que las autoridades del centro penitenciario donde Herman estaba recluido estaban al corriente de las investigaciones en las que aparecía su nombre. Pero Herman no era el objeto de investigación principal de esos documentos y le dieron el permiso de salida tras considerar que no suponía un peligro terrorista. Geens ha admitido que se siente «responsable» de lo sucedido.
Entretanto, ha salido a la luz un vídeo en el que se oye presuntamente al atacante gritar «Alahu akhbar». Aunque es una frase que los terroristas de Daesh y grupos afines emplean en sus atentados, para la inmensa mayoría de los musulmanes nada tiene que ver con la violencia y les ofende que la empleen unos asesinos. Significa «Dios es grande» y los practicantes la pronuncian en su día a día en diferentes contextos, tanto religiosos como cotidianos.
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Herman había salido de prisión este lunes, con un permiso penitenciario de dos días. Tenía 36 años y era de la localidad belga de Rochefort.
*Noticia actualizada el 30/05/2018.
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