Umar Ahmed Haque tiene 25 años e intentó radicalizar a 55 niños de entre 11 y 14 años en las afueras de Londres. Ha sido condenado a cadena perpetua y tendrá que pasar mínimo 25 años en la cárcel por preparar atentados.
La Policía británica ha informado este martes de que un grupo de tres hombres liderados por Haque llevaban tiempo planeando atentar a largo plazo contra una treintena de objetivos y con la ayuda de niños. Umar Ahmed Haque, del este de Londres y nacido en 1992, hacía participar a los niños en juegos de rol en los que les animaba a matar a policías asestándoles puñaladas. También les enseñaba vídeos violentos.
«Cuando agentes especialmente entrenados interrogaron a los niños, estos describieron cómo Haque les había mostrado vídeos horribles de violencia terrorista extrema, incluidas ejecuciones», ha descrito el número 2 del inspector jefe, Dean Haydon, en un comunicado de la Met Police.
«Los niños estaban paralizados por el miedo a Haque, que básicamente les amenazó con un final violento si le contaban a alguien lo que estaba haciendo»
«Los niños estaban paralizados por el miedo a Haque, de quien creía que tenía conexiones con terroristas y que básicamente les amenazó con un final violento si le contaban a alguien lo que estaba haciendo. Estaban demasiado asustados como para confiar en alguien», ha explicado.
Haque era administrador en una madrasa de Baskin, en las afueras de la capital, y había aprovechado su puesto para entrar en contacto con los menores.
La Policía había estado siguiendo la pista a Haque desde que en abril de 2016 le pararan en el aeropuerto de Heathrow cuando se disponía a volar a Estambul (Turquía). Casi un año más tarde, en marzo de 2017, interceptaron una importante conversación telefónica de cinco horas con uno de sus cómplices, Muhammad Abid, también del este de Londres y nacido en 1990. Haque le aseguró que había conseguido radicalizar a 16 niños.
La Policía no tenía pruebas de que eso fuera cierto, pero tras arrestar al grupo que organizaba el complot, continuaron investigando y pudieron comprobar junto con trabajadores sociales que Haque había tratado de radicalizar a 55 los niños de entre 11 y 14 años.
Abid, que era confidente de Haque mientras éste elaboraba su plan, ha sido condenado a 4 años y 3 meses de cárcel por tener información sobre actos terroristas. El mayor de la banda era Abuthaher Mamun, con 29 años, igualmente del este de Londres. Él ayudó a Haque a planificar los ataques e intentó recolectar dinero a través de internet para llevarlos a cabo. Ha sido encarcelado por 13 años.
Estaba tratando de formar «un ejército de soldados, incluidos niños»
En las conversaciones telefónicas con sus cómplices hablaba de asuntos como cómo intensificar el efecto de una bomba o qué tipo de vehículo emplear y cuál sería la respuesta policial. Haydon ha descrito al líder del grupo como «un hombre peligroso, inspirado por los ataques en Europa y Westminster (el Parlamento británico)». Pretendía llevar a cabo «numerosos ataques a la vez, empleando pistolas, cuchillos, bombas y coches grandes» para matar a inocentes. Estaba tratando de formar «un ejército de soldados, incluidos niños» para materializar su plan dentro de unos años.
Antes de aquella conversación telefónica clave para destapar la trama terrorista, los investigadores ya habían detectado búsquedas de ataques terroristas y ejecuciones en su teléfono móvil y le habían revocado su pasaporte, aunque aún sin pruebas. Con las pruebas recogidas posteriormente, los agentes de la lucha terrorista pudieron demostrar que ya había comenzado a planificar un atentado concreto en el Reino Unido.
Los 55 niños están recibiendo ayuda y 35 de ellos seguirán necesitando asistencia a largo plazo, según la Policía.
Entre los 30 objetivos identificados por el Comando Antiterrorista y el MI5 estaban grupos -que la Policía no ha especificado en su comunicado-, empresas y establecimientos de Londres.