Las mujeres que se unen al Daesh suelen ser jóvenes, con estudios secundarios y con deseo de contribuir a la próxima generación del autodenominado Estado Islámico. Internet es el foco donde se radicalizan.
La mujer detenida en Palamós (Gerona) por su presunta colaboración en una red internacional de captación del terrorismo yihadista encaja casi por completo con el perfil mayoritario de las mujeres que asumen la doctrina del Daesh en España (haz clic aquí para consultar el verdadero significado de ‘yihad’). Así lo confirman los datos recopilados por el centro de investigación Real Instituto Elcano (RIE) sobre los detenidos en España por su presunta vinculación con este terrorismo entre 2013 y 2016, aunque no fue hasta 2014 cuando se procesó a la primera mujer por ello. De los 208 detenidos en España en ese periodo, un 10% (21) eran mujeres, un porcentaje a la par al detectado en el resto de Europa.
1) Radicalización online
La Guardia Civil ha informado de que la detenida este martes se “autoradicalizó” por internet durante los dos últimos años, y se reafirmó en sus convicciones radicalizadas a través de otras mujeres que la contactaron por esa vía.
“A semejanza de otros modelos de radicalización, su tránsito hacia el extremismo se había consolidado (…) combinado, por un lado, un modelo autodidacta mediante el consumo de propaganda yihadista [online] y, por otro, con la intervención, a través de redes sociales, de otras personas, mujeres principalmente, que contribuyeron de forma decisiva a la concreción del ideario yihadista [SIC]”, explica la Benemérita.
Más de la mitad de las mujeres detenidas en España hasta la fecha se radicalizaron exclusivamente online (56%) frente a un 31% en el caso de los hombres, según los investigadores del RIE, Carola García-Calvo y Fernando Reinares, quienes han publicado la información más detallada sobre el fenómeno. Pero ya en esos casos tampoco lo hicieron solas, sino siempre con alguna persona al otro lado del hilo de internet que además solía ser alguien a quien consideraban un igual.
2) Engendrar la segunda generación del autodenominado ‘Estado Islámico’
La detenida en Palamós mantenía una “estrecha vinculación” con un hombre detenido en junio de 2016 en Estados Unidos. Al parecer, la detención de aquel permitió a las autoridades abortar la decisión de ambos de desplazarse a Siria.
Y es que la mayoría de las mujeres que deciden unirse al Daesh en España buscan adoptar un papel de esposa y madre para formar a la siguiente generación de lo que los terroristas consideran un “Estado Islámico”, aunque ningún país lo reconozca como tal y aunque en realidad incumplan punto por punto el verdadero sentido de la yihad, tanto en su acepción militar como en la mayoritaria para el mundo musulmán, que se refiere a un “esfuerzo máximo” por mejorar uno mismo y contribuir al bien de la sociedad desde todos los ámbitos de la vida.
“En el caso español la implicación de las mujeres en favor de Estado Islámico está relacionado principalmente por la promesa de una vida en el califato, de la mano de un combatiente terrorista extranjero con el que aspiraban a casarse, o por la frustración por no poder desarrollar una vida de acuerdo a sus expectativas en su lugar de residencia”, explica García-Calvo en sus conclusiones sobre el papel de la mujer terrorista en España.
La detenida en Palamós también ejercía trabajo de reclutamiento para convencer a otras mujeres de viajar a Siria, según la Guardia Civil, algo que ya se ha dado en anteriores detenidas en España, como el famoso caso de Samira, detenida en 2015.
3) En la veintena
La joven detenida ahora tiene 21 años, justo en la franja de edad mayoritaria de las mujeres captadas y radicalizadas los terroristas en España: el 73% de ellas tenían entre 19 y 28 años, según el citado estudio de referencia. Las mujeres son algo más jóvenes que los hombres radicalizados en España, cuya edad media está en los 31 años.
4) Nacionalidad española
Nacida y residente en Palamós, la detenida tiene nacionalidad española. Coincide, una vez más, con la mayoría de las mujeres radicalizadas en España: más de 6 de cada 10 casos. Solo 3 de cada 10 tenían nacionalidad marroquí. Eso sí, entre las mujeres con nacionalidad española detenidas por sus vínculos con el terrorismo desde 2014, el 65% eran descendientes de inmigrantes del país norafricano y con ascendencia musulmana. Pero también hay un 13% de mujeres conversas, una proporción similar a la de los hombres radicalizados.
La crisis de identidad o de sentimiento de integración es un elemento común y transversal que suele darse en los perfiles de los terroristas, aunque en el ejemplo de Palamós aún es pronto para saberlo.
Cómo detectar si alguien de tu entorno se está radicalizando y qué hacer (también si eres tú misma)
La mujer detenida este martes, cuya identidad no ha trascendido por el momento, fue transformando sus costumbres a las reglas más rigoristas del islam, el salafismo. Seguía un “código de vestimenta estricto, absolutamente inusual en el entorno de vida de la detenida”, destaca la Guardia Civil. Además, se aisló paulatinamente de su entorno social hasta el punto de que en la última época las fuerzas de seguridad lo califican de “alarmante”, ya que era muy raro que participara en alguna actividad social.
Aunque aspectos como los descritos pueden ser señal de una radicalización violenta, es muy importante tener en cuenta que no necesariamente tiene que ser así, advierten los expertos. Por una parte, el salafismo es una corriente ultraconservadora de la que a veces se deriva el terrorismo, pero no son sinónimos. Por otra parte, el hecho de que una mujer cambie sus costumbres de vestimenta, comida u otros aspectos externos, tampoco implica obligatoriamente nada malo. “Evitemos estigmatizar”, advertía en este sentido una especialista del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) durante un seminario internacional al respecto celebrado en marzo de este año en Madrid.
En el caso de la mujer de Palamós, destacan dos variables que pueden ayudar a la detección: su cambio era algo completamente fuera de lo común en su entorno y además se estaba encerrando en sí misma por completo.
En cualquier caso, si crees que alguien de tu entorno puede estar sufriendo una radicalización violenta, puedes denunciar de forma confidencial a través de:
- la web Stop Radicalismos,
- la aplicación móvil de alertas de seguridad ciudadana Alertcops
- o el teléfono gratuito 900 822 066.
Si por otra parte, tú misma estás siendo contactada por personas que te intentan convencer de unirte a la yihad, desde Salam Plan te invitamos a que leas la información que publicamos sobre el significado real de este término, para el cual consultamos expertos del mundo musulmán Corán en mano y, por supuesto, teniendo en cuenta las enseñanzas del profeta del islam, Mohammed. Además, puedes usar los mismos canales citados de las autoridades para denunciar a aquellos que te han contactado para denunciarlos.
Y recuerda que para más información puedes seguir a @SalamPlan en Twitter y Facebook.