Al menos 359 personas han muerto a causa de una cadena de explosiones en distintas ciudades del país asiático el 21 de abril, según el último recuento oficial. Los autores de los atentados fueron siete terroristas suicidas de un grupo local afin al Daesh, según las autoridades. Los conflictos interreligiosos e interétnicos han marcado la historia reciente y el presente del país.