Una trabajadora del restaurante de kebab atacado este miércoles en la ciudad alemana de Halle llegó al lugar justo cuando el presunto autor se escondía de la policía tras su coche. Ella relata a Salam Plan cómo el hombre no articuló palabra y no encuentra ningún móvil evidente. Disparó a bocajarro a un cliente, pero renunció a hacer lo mismo con un trabajador al que amenazó a punta de pistola. Fue una de las dos víctimas mortales tras el intento frustrado de matar en la sinagoga cercana.