En 2018 se cometieron 1.799 delitos de odio contra personas judías en Alemania frente a los 1.504 de 2017, según datos oficiales. Otro aumento preocupante son los delitos de odio racistas, que han subido un 33% y en cifras totales se acercan a los delitos antisemitas. Mientras, los delitos xenófobos se mantienen -con diferencia- en los niveles más altos entre los delitos de odio, con cerca de 8.000 casos al año. La buena noticia: los delitos contra refugiados y musulmanes por cuestiones religiosas han descendido de forma significativa.