Kristin Bohner es cristiana y le da envidia -de la buena- cada vez que ve cómo los musulmanes se postran sobre una alfombra para rezar, sin usar banco alguno. Cagatay Caliskan es musulmán y admira la riqueza de tradiciones que tienen los judíos. Esther Hirsch es judía y reconoce que antes no sabía todo lo que tenían en común judíos y musulmanes. Los tres viven en Berlín. Y los tres forman parte de un equipo que trabaja para sacar adelante el primer gran ‘templo’ que acogerá tres religiones y todas las demás que se quieran sumar, sin dejar de lado a los ateos o agnósticos. Las puertas de ‘House of One’ (algo así como ‘La Casa de Uno’) estarán abiertas…