Un ‘presidente autonómico’ del partido liberal FDP ascendió al cargo esta semana gracias a los votos a favor de los cristianodemócratas de Angela Merkel y a los de Alternativa para Alemania, el Vox germano. En un país acostumbrado a un cordón sanitario frente a los partidos de ultraderecha, la canciller Angela Merkel tachó de «imperdonable» esta forma de obtener la presidencia y pidió nuevas elecciones regionales.