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Y después del ‘Aquarius’, ¿qué pasará con los
rescates en el Mediterráneo?

"Fui a Libia a por trabajo. Me subastaron por 1.000 dinares", Ibrahim, en el 'Aquarius' © Karpov/ SOS Mediterranée

“El bloqueo de los puertos italianos sienta un precedente muy negativo, un evento más en una sucesión de dificultades cada vez mayores para realizar tareas de rescate en el Mediterráneo”, ha dicho David Noguera, presidente de Médicos Sin Fronteras en España. Este domingo han llegado a Valencia el buque ‘Aquarius’ y los dos barcos de la Marina italiana en los que se distribuyeron finalmente los 630 rescatados en el Mediterráneo Central.

El ministro del Interior italiano proclamó el “cierre de puertos” cuando impidió desembarcar al ‘Aquarius’ en Sicilia, el destino habitual de los náufragos rescatados por barcos no libios. ¿Qué pasará a partir de ahora con las personas rescatadas en aguas cercanas a Libia?

400 de los 630 habían sido rescatados por Italia

Son personas que habían sido rescatadas no solamente por las dos ONG que operan en el ‘Aquarius’ (MSF y SOS Mediterranée), sino que 400 de ellos se los habían transferido desde barcos de la Guardia Costera italiana para que los llevaran a puerto.

Carlos Ugarte, responsable de Relaciones Institucionales de MSF, explica a Salam Plan que es un procedimiento habitual, y viceversa. Asegura que se limitan a seguir las indicaciones específicas que les ordena el Centro Italiano de Coordinación Marítima en Roma (IMRCC), como establece el derecho marítimo.

“Se trabaja bajo las leyes del mar y necesitan colaboración. No es una práctica extraña desde que estamos allí y lo hemos hecho muchas veces. A veces ellos nos pasan gente, otras veces se la pasamos nosotros. Lo mismo que cuando los mercantes hacen un rescate se lo pasan al primero que ven”, detalla.

«Nos rescató la Guardia Costera italiana. Todos estábamos llorando porque llevábamos 20 horas en el mar y ellos nos calmaron. Me pregunto por qué Italia nos habrá rechazado»

— Moses, a bordo del ‘Aquarius’

“Todo esto no se hace libremente y porque nosotros lo decidamos. Todas las operaciones de rescate están coordinadas por el Centro de Roma, todas”, subraya. “Con lo cual toda esa apelación a la ilegalidad, a que somos los taxis del Mediterráneo… todo eso es una mentira”.

El ministro de Interior, Matteo Salvini, había rechazado permitir su desembarco argumentando que eran personas a las que había salvado un “organismo privado”.

«Nos rescató la Guardia Costera italiana. Todos estábamos llorando porque llevábamos 20 horas en el mar y ellos nos calmaron. Me pregunto por qué Italia nos habrá rechazado (…) Dios tiene un plan mejor para nosotros», ha dicho Moses, un sierraleonés a bordo del ‘Aquarius’ en un testimonio recogido por MSF.

Traspaso desde el ‘Aquarius’ de vuelta a barcos militares italianos para ir a Valencia. © Karpov/ SOS Mediterranée

Solo barcos italianos o de Frontex a partir de ahora

Después del rechazo del ‘Aquarius’ por parte de un Salvini que proclamó “victoria” al conocer la oferta de acogida española, Italia recibió a más de 930 personas rescatadas igualmente en aguas internacionales cercanas a Libia.

El ministro del Interior italiano defiende que es un caso distinto, porque venían en un barco barco militar italiano. Obvió que unos 400 de los 630 rescatados que llevaba inicialmente el ‘Aquarius’ habían sido rescatados también por oficiales italianos.

Mientras, el buque estadounidense Trenton con 41 rescatados a bordo también estuvo a la espera desde el martes hasta el viernes para obtener permiso de atracar en puerto. Finalmente, no lo obtuvo, sino que acordaron pasar a estas personas a un barco italiano que sí las podría llevar a puerto, según la agencia de noticias italiana ANSA en una información recogida por medios estadounidenses.

Y este sábado también han podido desembarcar 46 migrantes paquistaníes e iraquíes, entre los que había 10 menores, ha informado ANSA. En este caso iban a bordo de un barco militar británico que forma parte de la operación europea Frontex, cuyo foco es la protección de las fronteras europeas pero también realiza labores de rescate como manda el derecho marítimo a toda embarcación.

Así, parece que el cierre de puertos para desembarcar a personas rescatadas en el mar se mantiene para los barcos que no lleven la bandera italiana o formen parte de Frontex. Aunque ello pase por un trámite como el de pasar a los rescatados por un barco que no cumple esas condiciones a otro que sí y finalmente los náufragos lleguen a tierra italiana igualmente.

«Mientras el ‘Aquarius’ navega hacia España, otros dos barcos de ONG con bandera de Holanda han llegado a lo largo de la costa de Libia. Saben que Italia ya no quiere ser cómplice del negocio de la inmigración clandestina y deberán buscarse otros puertos a los que dirigirse», tuiteó Salvini el sábado en un mensaje que ha fijado al inicio de su cuenta en la red social para dejar clara su política. En menos de 24 horas ha conseguido 10.000 “me gusta” de sus seguidores.

Todos los barcos que rescatan siguen indicaciones de Roma

Las ONG realizaron el 41% de los rescates en 2017 en aguas internacionales cerca de Libia, según Acnur. “La realidad es que esto es una maniobra contra las organizaciones que estamos haciendo rescates (…). El rechazo del Gobierno italiano supone dejarnos ante los caballos, porque una organización de rescate y salvamento -como la alianza del ‘Aquarius’- necesita un puerto próximo y seguro. Y el puerto próximo y seguro es Italia. Lo que esperamos es que la Unión Europea tome nota y haga lo que tenga que hacer para resolver este tema”, comenta Ugarte.

“Es una decisión política en la que nosotros no entramos. A efectos operativos es un desastre: la marcha del barco con rescatados a otros puertos que no sean Italia o Malta operativamente no es posible”, añade este portavoz de MSF.

“El rechazo del Gobierno italiano es una maniobra contra las organizaciones que hacemos rescates. Una organización como la alianza del ‘Aquarius’ necesita un puerto próximo y seguro. Esperamos que la UE lo resuelva”

— Carlos Ugarte, Médicos Sin Fronteras

El derecho marítimo internacional establece que los rescatados en aguas internacionales como es el caso de las 630 personas deben ser llevados a un “puerto seguro” sin tener en cuenta su nacionalidad o estatus. Pero no basta con eso, sino que debe ser cercano al punto de rescate.

Si bien un documento de trabajo que maneja el Consejo Europeo y al que ha tenido acceso Salam Plan también recuerda que la convención SAR sobre las áreas de búsqueda y rescate en el mar no incluye la obligación de permitir el desembarque en un puerto particular ni obliga a un Estado a aceptar a los rescatados.

1 de cada 3 náufragos era devuelto a Libia ya antes del ‘Aquarius’

“Estábamos delante de una emergencia humanitaria (…). No estamos hablando de recepción de refugiados, no estamos hablando de inmigración”, dijo la vicepresidenta Carmen Calvo en una entrevista con la COPE tras la oferta de acogida al ‘Aquarius’. Consideró que el rechazo por parte de Italia y Malta puso a los 630 en una “situación al límite” y negó que vaya a suponer un “efecto llamada”.

El anterior gobierno italiano, en manos del progresista Matteo Renzi, fue el que firmó un acuerdo con uno de los tres gobiernos de Libia en 2017 con el beneplácito de la Unión Europea. Fue con uno de tres, porque este país es un Estado fallido en el que el único Ejecutivo con reconocimiento internacional es el que trabaja desde su capital, Trípoli. Pero ni siquiera controla toda la ciudad, como indicó recientemente un buen conocedor del terreno y asesor de la UE a Salam Plan.

Tanto Roma como Bruselas han proporcionado medios y formación a un nuevo cuerpo de guardias costeros para el Gobierno de Trípoli mientras se planea establecer un centro de coordinación marítima en Libia equivalente al de Italia. Es un requisito imprescindible legalmente para que un país pueda responsabilizarse de un área de búsqueda y rescate en el mar.

Datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que es una agencia de Naciones Unidas y está presente en Libia, muestran que las personas de 1 de cada 3 botes encontrados en el mar vuelven al país norafricano como efecto del acuerdo.

Fue a mediados de 2017 cuando según Acnur cuando las llegadas a Italia bajaron “drásticamente” mientras aumentaron las personas “interceptadas o rescatadas” por los guardias costeros libios. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha constatado in situ que estas personas son detenidas automáticamente y sin garantías de respeto a los derechos humanos.

Por otra parte, todas las ONG que rescatan en aguas internacionales cerca de Libia denunciaban ya antes de que se formara el nuevo Gobierno italiano que se estaban produciendo devoluciones en caliente, que son ilegales, en alta mar.

>>>También puedes leer: La verdad sobre las presuntas devoluciones en caliente de náufragos a Libia <<<

Los guardias costeros libios están bajo el punto de mira de ONG, pues son muchos los testimonios de migrantes o solicitantes de asilo que han declarado ser maltratados por ellos o incluso subirse en contra de su voluntad al bote para cruzar el Mediterráneo, a punta de pistola.

Este mes la ONU señaló al jefe de una milicia libia y sus colaboradores por la violencia ejercida contra los migrantes en los botes. Son parte de los guardacostas libios con los que Italia cerró su acuerdo el año pasado, con financiación europea incluida.

El acuerdo de Italia con Trípoli ya tuvo su ‘efecto rebote’ hacia España

“El resultado (del acuerdo) es trágico para España, con el Gobierno del PP”, indicó a Salam Plan el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar poco antes de la moción de censura que cambió el Ejecutivo a manos de Pedro Sánchez. “No solo porque le ha negado solidaridad a Italia. Las rutas se han redireccionado de nuevo hacia costas españolas. No lo habíamos visto desde antes de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa (a finales de 2009)”, añadió.

En 2017 la llegada de migrantes o solicitantes de asilo a España se incrementó un 101%: 28.300 frente a 14.100 el año anterior, la mayoría por mar. La razón principal para este aumento se debe a que se han incrementado los intentos de llegar a España por mar, según el reciente informe ‘Travesías Desesperadas’ de Acnur.

Lo que no llega a decir es que la mayor parte de estas llegadas se producen en paralelo a la efectividad del acuerdo de Italia con el Gobierno de Trípoli. Hasta mayo incluido de 2017 habían llegado a España menos de 7.000 migrantes por mar, según las propias estadísticas de Acnur. En lo que restó de año, la media mensual fue mucho mayor que antes, si bien en 2018 empezó a bajar la curva de nuevo.

“En la medida en que (el Gobierno anterior de) Italia ha llegado a algún tipo de entendimiento con esas milicias libias o redes de tráfico de personas, las redes se han redireccionado hacia costas españolas”

— Juan Fernando López-Aguilar, eurodiputado socialista

“En la medida en que Italia ha llegado a algún tipo de entendimiento con esas milicias o redes de tráfico de personas, las redes se han redireccionado hacia costas españolas”, incidía López Aguilar.

Salvamento Marítimo, que depende del Ministerio de Fomento, o la Guardia Civil salen a menudo al rescate de pateras. En la denominada ‘Frontera Sur’ no hay ONG rescatando en el mar. Cruz Roja los atiende a su llegada a tierra.

Acnur ha mostrado su preocupación por que las personas que cruzan por mar a España “se enfrentan a una detención automática de hasta 72 horas sin suficientes mecanismos para aquellos que puedan tener necesidades de protección internacional u otras necesidades específicas”.

Marroquíes y argelinas son las nacionalidades mayoritarias de quienes accedieron por mar o tierra a España 10.600 en 2017 frente a 3.800 en 2016. La llegada de personas de países subsaharianos se incrementó un 67%.

El Mediterráneo, la ruta más mortal

Los fallecidos también aumentan cerca de las costas españolas. Acnur señaló este sábado que “con el último recuento, el número de muertos o desaparecidos en el intento de alcanzar España por la ruta del Mediterráneo Occidental supera los 250, una cifra muy superior al total de víctimas mortales contabilizadas en todo el 2017 (217 personas)”.

«El número de muertos o desaparecidos en el intento de alcanzar España por mar supera los 250, una cifra muy superior al total de víctimas mortales contabilizadas en todo 2017 (217 personas)»

— Acnur

España recibió 31.000 solicitudes de asilo en 2017 y concedió algo más de 500 (el 4% de las concedidas en Europa), según el informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) presentado este lunes. España tiene más de 42.000 acumuladas solicitudes acumuladas, porque según CEAR faltan medios pero también se dejan “en un cajón” aquellas de países donde no se sabe qué hacer. Las solicitudes de Siria, por ejemplo, estuvieron dos años a la espera de ver qué sucedía con la guerra allí hasta que se empezaron a tramitar, aseguran desde la ONG.

Así sucedió según sus datos con las solicitudes de asilo de venezolanos, que son la primera nacionalidad en número de peticiones. Los sirios son la segunda nacionalidad de la que proceden más solicitudes de asilo; a ellos se les ha dado mayoritariamente el estatus de «protección subsidiaria» (temporal) y no refugiado (indefinido).

“Es necesario un protocolo de actuación claro para que la llegada por costas no sea una lotería. El ‘Aquarius’ demuestra que se puede hacer”

— Estrella Galán, CEAR

“Es necesario un protocolo de actuación claro. Esperamos que este Gobierno lo asuma con valentía. Estamos trabajando para que la llegada por costas no sea una lotería. El ‘Aquarius’ demuestra que se puede hacer”, ha dicho Estrella Galán, secretaria general de CEAR en la presentación del Informe 2017: Las personas refugiadas en España y Europa.

«Si la Unión Europea quiere mejoras y estabilidad en origen, tendrá que invertir en desarrollo y derechos humanos, no en que estos países se conviertan en nuestros gendarmes. Parte de estas situaciones son responsabilidad de ese convenio firmado por Italia y Libia con la complacencia de la UE», ha afirmado Galán.

Personas en un bote tratando de cruzar el Mediterráneo hacia Europa. © CEAR/ Gabriel Tizón

La tasa de muertes aumentó a una de cada 60 personas en el acceso a Europa en 2017, mientras que el año anterior hubo un fallecido cada 75 personas que arriesgaron su vida para alcanzar el continente, según CEAR. Así «el Mediterráneo se ha convertido en la ruta más mortal del mundo».

«La acogida de migrantes en situación de riesgo es un compromiso internacional. No es una cuestión de caridad. Está la ley del mar, los protocolos internacionales…», señala Galán. Para ella «no hay un ‘efecto llamada’, hay un ‘efecto expulsión’, que tiene que ver con la violación de derechos humanos que sufren estas personas».

«No hay un ‘efecto llamada’, hay un ‘efecto expulsión’, que tiene que ver con la violación de derechos humanos que sufren estas personas. La acogida de migrantes en situación de riesgo es un compromiso internacional, no caridad»

— Estrella Galán, CEAR

De las personas llegadas el domingo a Valencia, todas manifestaron su intención de pedir asilo, ha indicado la jurista de CEAR, Paloma Favieres. Además, aproximadamente la mitad de ellos han declarado que les interesaría seguir los trámites en Francia, después de que el Gobierno de Emmanuel Macron ofreciera esa posibilidad. De momento, el Gobierno español les ha concedido 45 días de estancia en España a todos por razones humanitarias.

La situación con la nueva política de asilo y migratoria italiana tendrá que ir viéndose día a día, pues hasta ahora Salvini ha ido adaptando su cierre de puertos a las circunstancias que se le han presentado. Además, la Unión Europea también financia los centros de acogida sobre suelo italiano para las personas rescatadas, al igual que pone dinero para evitar el tráfico de personas.

Todo indica que Bruselas tendrá que negociar con Roma una nueva forma de proceder de cara a los rescates en el Mediterráneo y la política migratoria está en el primer punto del orden del día para el próximo Consejo Europeo a finales de este mes.

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* Artículo actualizado el 18/06/2018 con el Informe de CEAR.