Aunque en España existe cierta alarma sobre la posible vuelta al gobierno de la ultraderecha en una coalición junto al conservador y preferido en las encuestas, Sebastian Kurz, lo cierto es que éste también ofrece una visión polémica sobre el islam. Sebastian Kurz (Partido Popular de Austria, ÖVP) ha anunciado una sola condición indispensable para una eventual cooperación con Heinz-Christian Strache (Partido de la Libertad de Austria, FPÖ) en el gobierno, y no tiene nada que ver con una mayor apertura hacia el islam en Austria: los ultraconservadores tendrían que apoyar la permanencia en la Unión Europea y el euro. En cuanto a los musulmanes, los inmigrantes o los solicitantes de asilo, los dos candidatos de estos partidos han hecho declaraciones polémicas.
Por su parte, el primer ministro y canciller austríaco, el socialista Christian Kern (SPÖ) -que los sondeos posicionan en segundo o tercer lugar- ha trazado la línea roja para una coalición con la ultraderecha en un ‘sí’ a la UE, pero también en un compromiso «antifascista» y de «igualdad», como recuerda el periódico Merkur. Sin embargo, Kern no siempre ha permanecido al margen de la polémica en inmigración; aunque sí más con respecto al islam. Este es un resumen de sus opiniones sobre los musulmanes en Austria:
Kurz (conservador, ÖVP): «La comunidad musulmana y el islam son parte de Europa», pero hay que cerrar las guarderías islámicas y «reducir masivamente» la inmigración
El programa electoral del conservador Kurz -que actualmente es ministro de Exteriores e Integración en la coalición de su partido con los socialistas- proclama una «tolerancia cero con el islam político» y «respeto y diversidad, pero sin mostrar una falsa tolerancia con las religiones». El programa afirma que «el islam político es una combinación de fundamentalismo religioso y extremismo político, caldo de cultivo para la violencia y el terrorismo. Su objetivo es socavar nuestros valores y formas de vida y establecer sociedades paralelas. Debemos evitar esto por todos los medios «.
El islam político, que para el ÖVP significa un «sistema totalitario» per se, tiene en realidad una gran cantidad de diferentes puntos de vista, y no se puede generalizar como extremo, ni mucho menos violento. Por ejemplo, hoy en día la transición de Túnez tras la denominada Primavera Árabe recibe elogios de todo el mundo y está dirigida por un gobierno de coalición que incluye islamistas. Por otro lado, el experto en Oriente Medio del Real Instituto Elcano, Haizam Amirah Fernández, manifestó en su cuenta de Twitter después del atentado en Barcelona que ni siquiera entre los salafistas (la rama más conservadora del Islam) todos mantienen una actitud intolerante.
En 2015, la reforma de la Ley sobre el Islam que regía en Austria desde principios del siglo pasado provocó cierta controversia en la comunidad musulmana de ese país. La nueva ley, que se llevó a cabo bajo la dirección del ministro de Asuntos Exteriores e Integración, limita la financiación extranjera de las mezquitas, exige una mayoría de imanes austriacos además del uso del alemán en las oraciones de los templos, según los medios locales. La Comunidad Islámica de Austria (IGGiÖ, por sus siglas en alemán) expresó su preocupación por la discriminación que la nueva regulación podía suponer, ya que consideraba -a su parecer- ponía en el punto de mira a todos los musulmanes, informó Die Welt. En general, sin embargo, esta organización fue favorable a la ley.
«Es importante decir claramente que la comunidad musulmana y el islam son parte de Europa y es necesario que las comunidades musulmanes tengan un estatus legal claro … De lo contrario, muchos musulmanes se sentirán excluidos de nuestras sociedades», afirmó Kurz en una entrevista al británico The Guardian por entonces.
En los últimos meses, el ministro responsable para la “integración” ha sido objeto de polémica por tres controvertidos estudios que mandó realizar sobre el islam. El primero, sobre las guarderías islámicas, otro sobre las mezquitas y uno más sobre los musulmanes en general.
Después del primero, afirmó que los jardines de infancia islámicos (que en el sistema austriaco incluyen la etapa de educación infantil) deberían cerrarse. A la pregunta sobre si estos centros deberían ser abolidos en un evento del periódico Kurier, Kurz respondió: «Por supuesto. Son necesarios. No debería haber guarderías islámicas». En su opinión, no contemplan la integración, en parte debido al bajo nivel alemán de los educadores. «Para promover el diálogo interreligioso, se creará un consejo asesor de iglesias y comunidades religiosas reconocidas», agrega el programa electoral de ÖVP.
El estudio sobre las mezquitas examinó por posibles enseñanzas radicales a 16 de un total de 400 templos. «Solo dos de las mezquitas seleccionadas apoyan la integración en la sociedad austriaca y la promueven. En más de un tercio de ellas se trabajaba contra la integración, se detectaron tendencias fundamentalistas especialmente en las mezquitas turcas, donde a menudo se predicaba abiertamente el nacionalismo», informó el diario Der Standard.
Estas conclusiones del estudio y de Kurz provocaron críticas, ya que sus propios autores afirmaron que la muestra de la investigación era escasa como para que sus resultados fueran representativos. Sin embargo, Kurz manifestó: «No se puede mirar hacia otro lado cuando hay comunidades religiosas que no cumplen la Ley sobre el Islam». También hay expertos europeos a favor del control de la financiación mezquita, como Amirah Fernández. Con los ataques terroristas en Cataluña del pasado agosto, se abrió un debae a este respecto en España y el investigador advirtió contra el dinero de fuentes salafistas “intolerantes” que llega a algunos templos.
Para el tercer estudio encargado por Kurz y publicado en agosto, se interrogó a más de 1.000 musulmanes (700.000 musulmanes viven en la actualidad en Austria), desde «refugiados que acababan de llegar hasta los turcos, que llevan décadas en el país, bosnios o chechenos «, describió la web OE24. Así, se concluyó que el 40% de los turcos podría entender que un padre rechace el apretón de manos con un maestro de su hijo. Un tercio de los refugiados y de los turcos abogaron por la defensa violenta del honor familiar, aunque únicamente un 10% respaldó el asesinato por este motivo. El 25% de los refugiados encuestados opinaron que, además de la ley austriaca, la ley islámica (sharía) también debería aplicarse en el país, pero no como única base legal.
Sebastian Kurz argumentó en una entrevista con OE24: «Está claro que tenemos problemas especialmente grandes con los valores de los chechenos y de los afganos. El estudio me reafirma en mi línea de reducir masivamente la inmigración de otras culturas». También insistió en el cierre de los jardines de infancia islámicos.
Por otro lado, de acuerdo con su programa electoral, el ÖVP quiere reducir el dinero que el Estado entrega a los solicitantes de asilo a un máximo de 560 euros por persona. Si durante sus primeros cinco años los refugiados trabajan a tiempo completo al menos 12 meses, tendrán derecho a la misma asignación mínima que todos los austríacos.
Strache (ultraconservador, FPÖ): «Hay que detener la islamización (…). Necesitamos inmigración cero»
«Los solicitantes de asilo y los refugiados deben permanecer bajo una atención básica, FPÖ no quiere para ellos ningún permiso de trabajo», explica el programa electoral del Partido de la Libertad, cuyo primer capítulo se titula «Asegurar nuestras fronteras- Austria no es un país de acogida de inmigrantes». En el capítulo sobre «seguridad» esta formación asegura que «en el curso de la migración masiva ilegal, en el flujo de inmigrantes económicos y aparentes refugiados, intensificado desde septiembre de 2015, Austria tiene un gran problema con los crímenes cometidos por extranjeros, que también se muestra en escenarios de amenazas completamente nuevas, como el terrorismo islámico (SIC)».
En contra de la afirmación de Kurz sobre la pertenencia del islam a Europa, Strache ha afirmado repetidamente que «el Islam no forma parte de Austria» y advirtió sobre la «amenaza (que sufre) Europa por la islamización» en un discurso dedicado a este tema en 2015, en el que estuvo acompañado por el político holandés antimusulmán Geert Wilders. En uno de sus carteles electorales, el líder del FPÖ dice: “Hay que detener la islamización». Sin embargo, en una encuesta del periódico austriaco Kurier a los principales candidatos sobre su postura sobre el islam, su partido afirmó que los conciudadanos musulmanes pertenecen a Austria.
Con respecto a la cuota de acogida de refugiados que le corresponde a Austria según el acuerdo de la UE, Strache declaró en en el congreso de su partido: «Necesitamos una inmigración cero, incluso una cifra migratoria bajo cero cuando se trata de delincuentes», recogió Kronen Zeitung.
El ultraconservador aboga por poner fin a la financiación de las instituciones islámicas y por la enseñanza de esta religión en alemán. Apoya la prohibición del velo en edificios públicos y centros educativos, pues considera insuficiente la ya existente prohibición del velo integral (burka y niqab), recoge Die Presse. En su opinión, las mezquitas, las guarderías y las asociaciones islámicas sirven a menudo a la radicalización de los musulmanes.
«No todos los musulmanes son terroristas», admitió el político en un evento de su partido en octubre. Y agregó, «pero casi todos los terroristas en los últimos años en Europa fueron, desafortunadamente, islamistas radicales», algo que confirman los hechos acaecidos desde 2015. Aquel año, sin embargo, ya hizo una declaración similar en su cuenta de Facebook, donde habló en lugar de Europa del mundo entero y amplió el espectro a los últimos 20 años. En aquella ocasión, finalizó la frase con «fueron, desafortunadamente, musulmanes radicales». Ahora parece haber moderado su discurso y en este caso trató de distinguir la religión del islam político para parecer políticamente correcto.
Sin embargo, Strache advierte al mismo tiempo sobre la «islamización de Europa» y considera «el terrorismo islámico (un) resultado de la inmigración desenfrenada». Sin embargo, lo que no menciona es que la mayoría de los ataques terroristas se han llevado a cabo desde 2015 en la UE fueron cometidos por ciudadanos europeos y solo unos pocos llegaron entre los refugiados de la presente crisis. También iguala “islámico” e “islamista” misma, cuando en realidad la primera palabra se refiere al aspecto religioso y la segunda, al político -en esta última acepción se podría incluir la violenta y errónea interpretación de la yihad, como demostró Salam Plan.
Kern (socialista, SPÖ): «Por supuesto» que el islam forma parte de Austria, pero es necesaria una ley que regule el islam
Para el primer ministro austriaco, Christian Kern, el islam “por supuesto” forma parte de Austria, según la mencionada encuesta de Kurier a los principales candidatos de las elecciones de 2017. El candidato socialista está en contra de una prohibición generalizada del velo islámico y lo consideraría discriminatorio, pero si apuesta por un «principio de neutralidad de los agentes de policía, jueces y fiscales».
La reforma de la Ley sobre el Islam se lanzó durante el gobierno de coalición presidencial SPÖ-ÖVP. Esta es la razón por la que Kern lo apoya e insiste en que se elaboró en colaboración con la representación de los musulmanes en Austria, IGGiÖ.
En cuanto a los inmigrantes y solicitantes de asilo que llegan a través del Mediterráneo a Europa, Kern tiene un punto de vista similar al que llegó la UE en la Conferencia de Malta en febrero pasado: una mayor cooperación con los países africanos. Considera que se podrían establecer centros de asilo en países como Níger, aunque la UE habla de Libia, donde hoy por hoy continúa sin existir un gobierno estable.
Por lo que respecta al programa electoral del SPÖ, no menciona el islam entre sus «puntos clave», y en cuanto a la seguridad, únicamente habla de «más policías». Hay un punto formulado bajo el título «(El trabajo por) la integración comienza ayer» y aclara que se refiere a agilizar los procedimientos para las peticiones de asilo así como a la necesidad de una autoridad administrativa que asista en todo el proceso.
El nuevo gobierno que surgirá de las elecciones en Austria del 15 de octubre de 2017, sin duda requerirá una coalición que involucre al menos a una de estas tres formaciones políticas. Tanto los socialistas del SPÖ como los conservadores del ÖVP han permanecido abiertos a la cooperación con el ultraconservador FPÖ.