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‘La Candidata Perfecta’ o cómo una mujer saudí se hacer valer en un mundo de hombres

Haifaa Al Mansour, directora de 'La Candidata Perfecta' y 'La Bicicleta Verde'. © Brigitte Lacombe

Es la nueva película de la primera mujer cineasta en un país que hasta hace nada prohibía el cine y cualquier otra expresión artística en público. Este viernes se estrena en España La Candidata Perfecta, una oportunidad como pocas para bucear en la sociedad saudí actual y entender cómo se fraguan los pequeños y a la vez grandes signos de apertura en uno de los regímenes más autoritarios del mundo.

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La doctora Maryam está harta de que la tomen por el pito del sereno por ser mujer. No se amilana ante un paciente que rechaza que sea ella quien la atienda y siente que tiene que ganarse el respeto de los hombres médicos a cada paso. Pero su obsesión es que se arregle de una vez el acceso al hospital local donde trabaja: un camino lleno de fango que hace imposible llegar hasta la puerta del centro. Se presentará a la alcaldía solo para que se asfalte, pero durante la campaña se tendrá que enfrentar al sistema patriarcal de un régimen saudí en lenta transición.

La cineasta saudí Haifaa Al Mansour rodó toda la cinta en Arabia Saudí. Es una de las muchas mujeres saudíes que rompen moldes en los últimos años. En un país donde el régimen prohibía hasta hace nada los cines y el arte, Al Mansour resulta ser una cineasta reconocida internacionalmente desde que rodara La Bicicleta Verde.

La Candidata Perfecta ofrece la oportunidad de conocer la sociedad saudí actual, donde los conciertos comienzan a celebrarse en lugares públicos y las mujeres al fin pueden conducir. Pero también un lugar donde ellas necesitan el permiso de su guardián (esposo, padre o hermano) para resolver numerosos asuntos o les imponen cómo tienen que vestir. Al Mansour asegura, en conversación con Salam Plan, que se están produciendo muchos cambios últimamente, más de los que somos conscientes en Europa. Por ejemplo, el permiso que necesitaba la doctora Maryam para viajar en la película, actualmente ya no es necesario.

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La cineasta prefiere exponer la realidad social saudí desde el respeto a las distintas sensibilidades –“los cambios llevan su tiempo”– más que ejercer una crítica feroz y sin paliativos. En la película también queda claro que entre los pequeños avances por los derechos civiles y de la mujer también hay que contar con los “radicales” dispuestos a boicotear con violencia un concierto. El Ministerio de Cultura del país ha cofinanciado la cinta de Al Mansour, que ya tiene luz verde para ser emitida íntegramente en Arabia Saudí. Hace solo un par de años habría sido del todo impensable, para empezar, por la ausencia de cines.

“Siempre respeto la cultura e intento no crear confrontación ni hacer ruido. Trato de hacer películas que sean íntimas y dulces, con humor y corazón”

Los padres de Haifaa al Mansour querían que fuera médico y la protagonista de su última historia se parece a ella en esas críticas al sistema en su justa medida, decidida pero pacífica y paciente. “Siempre respeto la cultura e intento no crear confrontación ni hacer ruido. Trato de hacer películas que sean íntimas y dulces, con humor y corazón. Y espero que la gente escuche y lo disfrute”, explica en esta entrevista durante su visita a Madrid por el estreno de La Candidata Perfecta este viernes.

Preguntada por cómo casan estos avances con los casos de mujeres encarceladas por reivindicar que llevar el velo no sea obligatorio o con el asesinato del periodista Jamal Kashoggi, Al Mansour responde bajo la misma premisa: “Hay algunos incidentes aquí y allá que no entendemos, yo no entiendo las implicaciones de lo que sucedió. Para mí, como una persona más del público en general, creo que los cambios son muy positivos y, desde luego, están en el buen camino. Para obtener un cambio sostenible y real, debe ser pequeño y fundamental”.

“Los cambios son muy positivos y, desde luego, están en el buen camino. Para obtener un cambio sostenible y real, debe ser pequeño y fundamental”

Cuenta que el código de vestimenta para las mujeres en Arabia Saudí está cambiando. Ya no tienen que cubrirse la cara con un niqab. “Las autoridades y la sociedad las anima a no cubrir su cara, las anima a tener más identidad. Necesitamos alejarnos de la era de una interpretación muy conservadora (de la religión)”, comenta.

La obligación del velo que impone el régimen saudí, es lo único que enciende los ánimos de Al Mansour durante la entrevista. “Como niña musulmana en Arabia Saudí, pero también en Egipto, Túnez o Marruecos, a mí se me dijo: ‘Eres un pedazo de pastel; si no cubres ese trozo de pastel, vendrán las moscas’. Aún hoy tengo problemas con mi cuerpo y me avergüenzo de él. Pero no se discute de esa forma entre los académicos, porque todos los académicos son hombres. No hay mujeres académicas, que vendrían y defenderían la psicología femenina y reinterpretarían muchas de las leyes islámicas que conciernen a la mujer. Y si es una opción libre, no se debería enseñar a las mujeres una doctrina desde que tienen 5 años y luego pedirles que tomen una decisión libre, porque en realidad no lo es”.

“En Arabia Saudí no hay mujeres académicas, que vendrían y defenderían la psicología femenina y reinterpretarían muchas de las leyes islámicas que conciernen a la mujer”

Arabia Saudí ha encarcelado y torturado a mujeres por reivindicar derechos como poder conducir o no llevar velo si no lo desean, varias siguen en prisión. Aún así, esta cineasta se muestra esperanzada: “Lo más importante que está pasando ahora en Arabia Saudí es empoderar a las mujeres, devolverlas a la vida pública, y también el arte (…). La única forma de avanzar es tener más música, más literatura y abrir las mentes de las otras personas a las posibilidades de la vida. Y disfrutar de la música y enamorarse, tener esas posibilidades y convertir a Arabia Saudí de nuevo en un lugar normal”.