Los investigadores han encontrado un cuerpo más en una de las dos mezquitas atacadas el viernes en la ciudad neozelandesa de Christchurch, por lo que el número de fallecidos aumenta a 50. Mientras, 37 personas continúan hospitalizadas. 12 de los heridos están en estado crítico; uno de ellos, un niño de cuatro años.
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No se tuvo noticia de la última víctima hasta que el sábado los agentes pudieron revisar por completo ambos templos. Falleció en la céntrica mezquita de Al Noor, donde el terrorista mató a tiros a 42 personas. Otras 7 fallecieron en la mezquita de Linwood y una persona más murió en el hospital el mismo viernes.
Las mezquitas pueden reabrir sus puertas tras cerca de 48 horas en las que la Policía recomendó que no lo hicieran como medida de prevención. Así lo ha indicado el jefe de la Policía de Nueva Zelanda, Mike Bush, en el reporte diario sobre los últimos avances en la investigación del doble atentado. Los templos musulmanes de todo el país seguirán teniendo la protección policial que se estableció en las primeras horas tras las matanzas. Mientras, continúa la identificación de las víctimas mortales.
Las investigaciones policiales apuntan a que Brenton Tarrant actuó solo en los atentados islamófobos. La Policía neozelandesa mantenía detenidos a otros dos sospechosos hasta ahora. Uno ha sido puesto en libertad, y el otro continúa arrestado con cargos no relacionados con los tiroteos terroristas, ha informado Bush en la mañana del domingo (noche del sábado en España).
«En este momento no existe indicación de que estuvieran conectados con el atentado», ha informado la Policía de Nueva Zelanda.
Durante las investigaciones, los agentes han detenido a otra persona más de la que tampoco existen «informaciones que sugieran que esta persona estaba ligada al ataque».
La Policía ha pedido a los ciudadanos que «vuelvan a la rutina», pero pide que permanezcan «vigilantes».