fbpx

El odio promovido por el Estado marcó el mundo en 2017 según Amnistía Internacional

Trump espera la llegada del presidente egipcio Al Sisi en la Casa Blanca en abril de 2017. Benjamin Applebaum/ WH.

El informe anual de Amnistía Internacional sobre la situación de los derechos humanos en el mundo asegura que la retórica del odio de gobernantes destacados como Donald Trump amenaza con normalizar la discriminación a gran escala de los «grupos marginados».

“El año pasado, con el mundo sumido en crisis, líderes prominentes nos ofrecieron la visión dantesca de una sociedad cegada por el odio y el miedo», ha lamentado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, en un comunicado. Asegura que esto «envalentonó a quienes promueven la intolerancia, pero motivó a muchas más personas para luchar por un futuro más esperanzador”.

Para la ONG, «el mundo está sufriendo las terribles consecuencias de la retórica del odio«. Sin embargo, la organización se muestra esperanzada por un «creciente movimiento de activistas» por la justicia social para «invertir la tendencia de la opresión».

“Líderes prominentes nos ofrecieron la visión dantesca de una sociedad cegada por el odio y el miedo, lo que envalentonó a quienes promueven la intolerancia”

“La clara medida de odio que adoptó el Gobierno de Estados Unidos, cuando prohibió la entrada de las personas procedentes de varios países de mayoría musulmana, preparó el terreno para un año en el que quienes ejercían el liderazgo llevaron la política del odio hasta sus últimas y más peligrosas consecuencias”, ha valorado Shetty.

Pero la directora ejecutiva de Amnistía en EEUU, Margaret Huang, ha añadido: “Mientras el presidente Trump toma medidas que violan los derechos humanos dentro y fuera de Estados Unidos, activistas de todo el país nos recuerdan que es en sus comunidades donde la gente ha librado y ha ganado siempre la lucha por los derechos humanos universales”.

Para Shetty, el año pasado “vimos claramente a qué extremos puede llegar una sociedad a la que se insta a odiar a las minorías, a utilizarlas como chivo expiatorio y a temerlas en la terrible campaña militar de limpieza étnica llevada a cabo contra el pueblo rohingya en Myanmar”.

“Ahora se ciernen sobre el mundo los fantasmas del odio y el miedo, y son pocos los gobiernos que salen en defensa de los derechos humanos»

Shetty ha denunciado la fuerza que están cobrando gobernantes «como Al Sisi [Egipto], Duterte [Filipinas], Maduro [Venezuela], Putin [Rusia], Trump [EEUU] y Xi [China], que menoscaban sin piedad los derechos de millones de personas”. Mientras tanto, en su opinión, los demás gobernantes permanecen mayoritariamente pasivos y con ello permiten la expansión del odio: “Ahora se ciernen sobre los asuntos del mundo los fantasmas del odio y el miedo, y son pocos los gobiernos que salen en defensa de los derechos humanos en estos tiempos de inquietud».

“La débil respuesta dada a los crímenes de guerra y de lesa humanidad desde Myanmar hasta Irak, Sudán del Sur, Siria y Yemen ha puesto de relieve la falta de liderazgo en materia de derechos humanos. Los gobiernos están haciendo retroceder a situaciones propias de hace decenios garantías de protección que ha costado mucho conseguir”, ha manifestado.

Amnistía Internacional considera que en este contexto, la libertad de expresión cobra una importancia «colosal» en la lucha por los derechos humanos y advierte de que son algunos «líderes prominentes» quienes propagan noticias falsas «con el fin de manipular la opinión pública».

Extensión global del odio

El informe subraya la necesidad de continuar alzando la voz contra la retórica del odio como la que se observó en los lemas xenófobos de una marcha nacionalista en Varsovia (Polonia), una concentración supremacista blanca en Charlottesville (EEUU) y la «represión generalizada» de las comunidades LGBTI desde Chechenia hasta Egipto.

«Es posible que las políticas de Trump marcaran el principio de una nueva era de regresión en derechos humanos, pero no fueron las únicas»

Amnistía recuerda la denigración de los refugiados y migrantes «incluso en los niveles más altos de los gobiernos» y advierte de que «aunque fue la Administración Trump la que acaparó los titulares con su discurso contra las personas refugiadas, no estuvo sola en la aplicación de políticas xenófobas».

“Es posible que las políticas de Donald Trump marcaran el principio de una nueva era de regresión en materia de derechos humanos, pero no fueron las únicas. Desde Australia hasta Hungría se puede observar que quienes ejercen el liderazgo llevan mucho tiempo tratando a las personas refugiadas como problemas que hay que apartar, no como seres humanos con derechos, que merecen nuestra compasión”, ha indicado el secretario general de la ONG.

**Ya que estás aquí… te queremos pedir un pequeño favor. Comparte el trabajo de Salam Plan para que cada vez más personas conozcan nuestro periodismo contra el odio, sin propaganda, sin sensacionalismo. Además, puedes seguirnos en Twitter o Facebook. Pásalo. ¡GRACIAS!