El grupo terrorista Boko Haram tiene un claro objetivo en el noreste de Nigeria: impedir la educación de los niños mediante la violencia.
El rapto de 276 chicas en una escuela de secundaria de Chibok en 2014 provocó un movimiento solidario a nivel mundial que bajo el lema #BringBackOurGirls (‘Devuélvannos a nuestras niñas’) consiguió que incluso Michelle Obama, entonces en la Casa Blanca, se implicara en la campaña. Tiempo después, decenas de ellas fueron liberadas y el mundo fue testigo de las reunificaciones con sus padres. Pero ahora se cumplen cuatro años de aquel secuestro y Unicef recuerda más de 100 de aquellas niñas que no han vuelto a casa y pide su liberación.
Los niños en el noreste de Nigeria siguen siendo atacados a gran escala y son presa de una violencia brutal en sus casas, en las escuelas y en los espacios públicos
Pero no son las únicas menores que sufren o sufrieron la violencia de Boko Haram. Recientemente los terroristas atacaron otra escuela en noreste de Nigeria, en Dapchi, y mataron a cinco niñas. Unicef asegura que estos asesinatos cometidos por Boko Haram son «sólo el último recordatorio de que existen muy pocos espacios seguros para los niños en el noreste de Nigeria».
“El cuarto aniversario del secuestro de Chibok nos recuerda que los niños en el noreste de Nigeria siguen siendo atacados a gran escala”, ha dicho Mohamed Malick Fall, representante de Unicef en Nigeria. “Los niños son presa de una violencia brutal en sus casas, en las escuelas y en los espacios públicos. Estos ataques continuados a los niños son moralmente inaceptables”.
2.295 profesores asesinados y más de 1.400 colegios destruidos
Los profesores y las instalaciones también están en grave peligro en el noreste de Nigeria. De hecho, Unicef asegura que al menos 2.295 profesores han sido asesinados y más de 1.400 colegios han sido destruidos desde que comenzó el conflicto en el noreste de Nigeria hace casi nueve años. La mayoría de estos centros educativos no han vuelto a operar por el grave daño sufrido o por razones de seguridad, añade el organismo para la infancia de Naciones Unidas.
La mayoría de estos centros educativos no han vuelto a operar por el grave daño sufrido o por razones de seguridad
Las autoridades de Nigeria se han comprometido a hacer las escuelas y las universidades más seguras y más resistentes a los ataques en colaboración con Unicef. Igualmente, Nigeria ha asegurado que impedirá el uso militar de estos centros educativos.